Entre las causas más frecuentes de las quemaduras destacarían: el calor (producido, por ejemplo, por fuego o líquidos calientes), la luz del sol (que causa quemaduras solares), la electricidad, la radiación y el contacto con productos químicos (como los que conforman los desatascadores o los disolventes de pintura).

La clasificación médica de las quemaduras se realiza en función de dos factores fundamentales: profundidad y extensión.

La profundidad. La piel consta de tres capas superpuestas bajo las que se encuentran nervios, terminaciones nerviosas, glándulas, folículos y vasos sanguíneos. El grosor de estas capas depende de su localización en el cuerpo. Los médicos clasifican las quemaduras como: quemaduras de primer grado (son las menos graves y sólo dañan la capa externa de la piel), quemaduras de segundo grado (son un poco más profundas y dañan la capa intermedia de la piel) y quemaduras de tercer grado (son las más graves y lesionan las tres capas de piel).

Las quemaduras de primer grado no son lo bastante profundas como para dejar cicatrices. Las quemaduras de segundo grado graves y las quemaduras de tercer grado, normalmente, dejan cicatrices.

La extensión. Se describen en función del porcentaje de superficie corporal quemada. Cuando se trata de todo el cuerpo, sería una quemadura del 100%. Cuando es del tamaño de la mano, sería una quemadura de, aproximadamente, un 1%. Una quemadura del tamaño de un brazo es de, aproximadamente, un 9%.

En cuanto a la gravedad de las quemaduras, las zonas afectadas, la extensión y profundidad la determinan. Las quemaduras menores son las de primer grado y las de segundo grado que afectan menos del 10% del cuerpo. Las quemaduras moderadas y graves son las que se presentan en manos, pies, cara o genitales, las de segundo grado que afectan más del 10% del cuerpo y las de tercer grado que afectan más del 1% del cuerpo.

Los síntomas dependerán de la gravedad, profundidad y extensión de la quemadura:

1-Las de primer grado son rojas, están inflamadas y producen dolor.

2-Las de segundo grado son rojas, muy dolorosas y con ampollas que pueden aparecer de inmediato o durante el primer día.

3-Las de tercer grado no suelen doler demasiado porque dañan los nervios. La piel quemada se nota rígida y áspera y puede tener un color blanco, negro o rojo brillante.

La actuación dependerá del tipo de quemadura de que se trate. Es necesario acudir al médico siempre pero, la inmediatez es absoluta si la quemadura:

-Es de gran tamaño.

-Afecta a la cara, manos, pies o genitales.

-Oscurece el color de la piel o la rompe.

-Presenta ampollas (pequeños bultos llenos de líquido).

-Tiene un aspecto anómalo (infectada).

-Causa un dolor que no se calma con analgésicos (como el paracetamol) y no se reduce en intensidad al cabo de uno o más días.