Cuando nos enfocamos, esa energía atrae más cosas que vibran al mismo ritmo que ella. Y cuanto más te enfocas en algo, más aumenta o se expande aquello en lo que te enfocas. Y cuando te manifiestas por escrito, toda tu atención está en crear las palabras que pones en el papel.

Y detrás de las palabras, está la intención o la energía que estás poniendo en ellas, pues esa energía enfocada es la razón por la cual escribir cosas para manifestar funciona tan bien. El deseo, no contaminado por la duda, debe manifestarse Lo que pasa con el deseo es que una vez que lo tienes, su cumplimiento también es tuyo. Normalmente las personas pedimos un dese y lo disfrutamos imaginándolo unos segundos para luego rechazarlo diciendo: Pero si no va a ocurrir nunca..., cuando en realidad, tu atención está en tu deseo, no en tus dudas.

Cómo manifestar escribiendo tus deseos

Puedes usar en el móvil el bloc de notas, tu pc, el portátil, lo que quieras. Aunque lo más poderoso es el papel. Lápiz y papel o lo que te ayude a concentrarte mejor. De tu propio puño y letra lo vas a sentir mejor todo aquello que quieres.

1. Identifica tus deseos

Puedes suponer lo que quieras. Imagínate que deseas trabajar en tal o cual sitio. Imagínate ya allí o en un puesto similar. En ese momento es lo que más deseas y no hay nada ni nadie que para ti pueda impedir eso.

2. Escríbelo

Escribe qué funciones te gustaría realizar, cómo te ves desempeñándolas, cómo te sientes y cómo lo agradeces. Las personas que conoces y que anhelan cosas profesionales similares a las tuyas etc...

3. Escribe detalladamente qué se siente al tener lo que quieres

Puedes imaginarte sintiéndote ya que lo tienes, que lo has obtenido. Entonces, como ejemplo: "Ya he conseguido el trabajo de mis sueños. Estoy en él y me siento feliz, aprendo y mi retribución va acorde a mis funciones.

4. También puedes escribirlo en forma de historia

Escribe cómo sucedió. Una frase clave para usar al escribir es "Recuerdo cuando". ¿Sabías que la manifestación funciona mucho mejor y más rápido cuando la ubicas en el pasado, ¡como si ya hubiera sucedido! Esta es una forma poderosa de ubicarte en el tiempo, que ya es para ti un hecho.

5. Olvídalo

En realidad. Esa es la parte del desapego. Ya has hecho la parte más importante que es desearlo, enfocarlo y manifestarlo. Ahora toca la parte de crearlo, si ese tu deseo. Y para ello el desapego es no aferrarte a un resultad, sino que muchas veces las cosas se manifiestan poco a poco. Conócete, escúchate y empieza a manifestar. Una vez que haya transcurrido un tiempo, vuelve al papel donde escribiste tus deseos ¿qué ha ocurrido? Una vez más puedes volver a empezar, y si lo necesitas, siempre puedes pedir ayuda.

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