Al sentarse en una mesa, hay personas que al tener frente a ellas una lista de vinos, o diferentes botellas entre las que elegir, no saben cuál es la mejor opción para acompañar la comida. Y surgen las dudas. Por ello, nada mejor que una bodega con diversos vinos con ...
Al sentarse en una mesa, hay personas que al tener frente a ellas una lista de vinos, o diferentes botellas entre las que elegir, no saben cuál es la mejor opción para acompañar la comida. Y surgen las dudas. Por ello, nada mejor que una bodega con diversos vinos con una puntuación superior a los 90 puntos según Robert Parker y la Guía Peñín, Bodegas Obergo, para dar a conocer las diferencias entre vino tinto, rosado y blanco. En definitiva, el primer paso para decantarse por un vino u otro.
"Una excelente forma de complementar la gran cantidad de sensaciones que ofrece un vino es maridarlo adecuadamente con los sabores del plato que hay que acompañar. Pero las reglas tradicionales tienden a relajarse hoy en día. Por ejemplo, no existe nada de malo en combinar un vino tinto con un pescado, siempre y cuando la combinación de sabores, texturas, acidez y tanicidad sea la acertada", comenta Joaquín Vidal, Gerente de Bodegas Obergo.
Es decir, resulta recomendable probar diferentes opciones, encontrando la que funcione mejor para el paladar individual. Siempre con la vista puesta en complementar cualquier comida gracias al maridaje, equilibrando la intensidad, el sabor y la estructura de la propia combinación, para lograr una experiencia sensorial armoniosa, capaz de equilibrar los sabores de manera agradable y satisfactoria.