La inseminación artificial es un tratamiento de reproducción asistida que consiste en introducir una muestra de semen, de la pareja o de un donante, en el útero de la mujer. Se considera un tratamiento de baja complejidad, que presenta tasas de embarazo inferiores a otros tratamientos de reproducción asistida, pero ...
La inseminación artificial es un tratamiento de reproducción asistida que consiste en introducir una muestra de semen, de la pareja o de un donante, en el útero de la mujer. Se considera un tratamiento de baja complejidad, que presenta tasas de embarazo inferiores a otros tratamientos de reproducción asistida, pero superiores a las de una relación sexual.
La suelen solicitar mujeres sin pareja (con buena reserva ovárica, con alteraciones en la ovulación o con alteraciones en la entrada del útero), parejas heterosexuales (con alteraciones en la ovulación o en la entrada del útero, con anomalías leves o moderadas en la calidad del esperma o portadores de enfermedades genéticas) y parejas de mujeres con buena reserva ovárica.
La inseminación artificial aumenta las probabilidades de embarazo debido a que:
-Se suele realizar una estimulación ovárica con gonadotropina para lograr el desarrollo de varios folículos ováricos a la vez. Así se controla el crecimiento y maduración de los folículos, lo que aumenta las posibilidades de embarazo.
-Se programa el implante para realizarlo en el momento óptimo de crecimiento y maduración de los óvulos.
-La muestra de semen es procesada en el laboratorio para seleccionar espermatozoides viables capaces de fecundar el óvulo.
-El semen seleccionado se implanta en el útero en el momento en que el ovario libera uno o dos óvulos aptos para ser fecundados.
En la inseminación artificial se siguen, de manera general, los siguientes pasos:
1-Estimulación ovárica. En función del ciclo menstrual, se realiza esta estimulación ovárica, que tiene una duración de 10 a 12 días. Incrementa las posibilidades de embarazo, ya que de forma natural, solo suele producirse un óvulo en cada ciclo y, así, se asegura el desarrollo de uno o dos.
2-Control folicular. Se realiza un seguimiento de la estimulación mediante ecografías y análisis de sangre. En el momento en el que los folículos han alcanzado el número y tamaño adecuados, se administra una dosis de la hormona para inducir la ovulación y, como máximo 36 horas después, se programa la inseminación artificial.
3-Preparación de la muestra de semen. El día de la inseminación, en el laboratorio de la clínica se prepara la muestra de esperma para optimizar su calidad, pues se seleccionan y concentran los espermatozoides de mejor movilidad, y aumentar la probabilidad de fecundación.
4-Inseminación. Se realiza en consulta, sin necesidad de sedación. Se introduce la muestra seleccionada de semen mediante una cánula hasta el interior del útero. Tras este procedimiento, se recomienda descansar unos minutos. Al salir, se recomienda hacer vida normal evitando actividades de alta intensidad.
5- Seguimiento gestacional. Aproximadamente a las dos semanas de la inseminación, se debe realizar una prueba de embarazo en sangre. Si el resultado es positivo, 20 días después se realiza una ecografía de control en la que se confirma la presencia del saco embrionario.