La dieta atlántica forma parte desde hace muchos años de la tradición culinaria de algunos países como España, Reino Unido y Portugal, entre otros. Su promoción como beneficiosa y parte de un estilo de vida saludable ha cobrado importancia estos últimos años y numerosos organismos sanitarios han centrado su trabajo ...
La dieta atlántica forma parte desde hace muchos años de la tradición culinaria de algunos países como España, Reino Unido y Portugal, entre otros. Su promoción como beneficiosa y parte de un estilo de vida saludable ha cobrado importancia estos últimos años y numerosos organismos sanitarios han centrado su trabajo en popularizarla. Emplea ingredientes que aportan nutrientes indispensables para el organismo (vitaminas, minerales, ácidos grasos omega 3 y proteínas, entre otros) y utiliza un sistema de elaboración natural, evitando un aporte excesivo de grasas y un cocinado extremo que altera la composición nutricional de los alimentos.
Los expertos señalan que, entre sus características, destacarían:
1-Indica la ingesta de frutas en una amplia variedad, especialmente manzanas y cítricos (naranjas, mandarinas, etc.), sin descartar cualquiera de las que se producen en temporada.
2-Emplea el aceite de oliva como aporte de grasa principal de la dieta, especialmente en crudo.
3-Incide en la necesidad de consumir a diario productos lácteos, pues aportan proteínas de alto valor biológico, minerales (calcio, especialmente) y vitaminas. Además, los alimentos que presentan leche fermentada se asocian a un aporte de microorganismos de interés que mejoran la microflora intestinal.
4-Modera pero no elimina el consumo de carnes que aportan proteínas de alto valor biológico, hierro con una alta biodisponibilidad y vitaminas (o sus precursores) imprescindibles para el organismo. Se recomienda elegir carnes magras y combinarlas con patatas, verduras o legumbres.
5-Preconiza el consumo de hortalizas del género Brassica, en función de los hábitos de producción y consumo locales (grelos, repollo y berzas, por ejemplo), ajos, judías, pimientos, guisantes, cebollas y zanahorias, entre otras.
6-Promociona el consumo de pescados de mar y de río y de mariscos, de tres a cuatro veces a la semana. Elige el que más te guste y no reserves el marisco para ocasiones especiales porque puedes encontrarlo en el mercado a precio adecuado en determinados momentos del año.
7-Recomienda ingerir cereales, patatas y legumbres como fuente de energía pues aportan hidratos de carbono complejos y fibra alimentaria imprescindible para el buen funcionamiento del intestino.
8-Recomienda la ingesta de líquidos, especialmente agua. No descarta el vino pero se debe ingerir como acompañamiento de la comida y con un consumo moderado.
9-Promueve la actividad física a diario como factor fundamental del mantenimiento de la salud. Es adecuado moverse y evitar el sedentarismo para mantener en buen estado las funciones vitales.
10-Utiliza técnicas culinarias sencillas (cocción, empanado, plancha, horno o fritura en aceite de oliva) que mantienen las características organolépticas y nutritivas de los ingredientes.
Disfruta de la saludable dieta atlántica en tu propia casa. Combina arroz integral cocido con sardinas a la plancha, prepara lentejas con vegetales o cuece mejillones y aderézalos con limón.