El autocuidado se relaciona con identificar y tomar mejores decisiones sobre nuestras necesidades físicas, emocionales, intelectuales o sociales. Para ello, se debe comenzar con reconocer la responsabilidad que tenemos sobre nuestro bienestar personal y las acciones que podemos realizar para lograr salud mental, física y emocional. El autocuidado es diferente para ...
El autocuidado se relaciona con identificar y tomar mejores decisiones sobre nuestras necesidades físicas, emocionales, intelectuales o sociales. Para ello, se debe comenzar con reconocer la responsabilidad que tenemos sobre nuestro bienestar personal y las acciones que podemos realizar para lograr salud mental, física y emocional.
El autocuidado es diferente para cada uno de nosotros y solo uno mismo puede aplicárselo. Eres tú la que tienes que responsabilizarte de ti misma, de tu salud, de tus emociones, de tus ideas y de tus proyectos. No tienes que excluir a los demás, pueden aportarte inspiración, pero solo tú puedes cuidar de ti misma.
El tiempo (más bien la falta de tiempo) es el factor más limitante para todos nosotros, pero también lo usamos como excusa para seguir sin cuidarnos correctamente. Existen muchas posibilidades que podemos implementar personalmente, no demasiado complicadas, no precisan demasiado tiempo y no requieren una gran planificación.
Los expertos señalan que, en relación al autocuidado, hay varias opciones complementarias que se asocian a actividades sencillas. Destacarían:
1-Autocuidado físico. Se refiere a prestar atención a la salud del cuerpo, a la inexistencia de enfermedad física o mental. Seguir una dieta equilibrada, descansar de manera adecuada y practicar actividad física es vital para el bienestar corporal, contribuye a desahogarnos y a liberar estrés. Sería recomendable: cocinar de manera saludable, acostarse a una hora adecuada, practicar actividades relajantes que impliquen movilidad como el yoga, caminar o practicar un nuevo deporte con un grupo.
2-Autocuidado intelectual. Se centra en ejercitar la mente y estimular el pensamiento crítico y la creatividad en diferentes ámbitos. Se recomienda: cambiar rutinas, escribir, dibujar, tocar un instrumento musical, aprender algo nuevo, leer un libro y hacer un rompecabezas, manualidades o un crucigrama.
3-Autocuidado emocional. Las emociones son la base de nuestro bienestar y conducta. Entenderlas y gestionarlas es fundamental para lograr el bienestar. Es importante conectar con tus valores personales y lo que realmente te importa, con quién eres realmente. Sería recomendable: aceptar sin juzgar, escribir con sinceridad un diario emocional, reflexionar y reconocer lo que no funciona, compartir tiempo con personas cercanas con las que poder expresarse libremente, reír, llorar, acudir a un experto para buscar ayuda si la necesitas, practicar diariamente meditación o atención plena, volver a conectar con la naturaleza y viajar a los lugares que desees.
4-Autocuidado social. Los seres humanos somos seres sociales, por lo que necesitamos conectar con otras personas para alcanzar la felicidad y el bienestar. Sería recomendable: evitar el contacto con personas que no te aportan nada positivo, quedar con amigos, conversar con personas que proporcionen ideas interesantes en algún campo, hablar por teléfono con amigos, salir sola a ver la vida de otros y relacionarse con un grupo nuevo de personas que compartan tus intereses.
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