Las tablas de cortar alimentos han evolucionado mucho, como sucede con todos los elementos que forman parte del menaje de tu cocina. Existe desde hace muchos años un profundo debate asociado con el tipo de material que resulta más adecuado para su elaboración industrial para lograr niveles adecuados de seguridad alimentaria.

Los materiales más frecuentes con los que se elaboran las tablas de cortar alimentos son la madera y el plástico. Existen tablas de otros materiales, como por ejemplo el vidrio, pero resultan demasiado duras y dañan el filo de los cuchillos, por lo que se estropean con facilidad.

De manera general, los expertos señalan que:

1-Una madera adecuada como el bambú y el arce podría ser apta para su uso con alimentos. Es necesario que se cumplan algunos requisitos. La madera debe ser dura (para evitar que se formen grietas al cortar alimentos sobre ella), ser poco porosa y estar bien construida (formada por una pieza única o por piezas bien encajadas) para evitar el crecimiento de microorganismos.

2-La madera puede desprender astillas que quedarían pegadas al alimento, con el riesgo que supone para la salud, ya que podrían causar lesiones en el tracto intestinal al ser ingeridas.

3-Si la madera es inadecuada (demasiado blanda o demasiado porosa) o la tabla no está bien construida (si tiene varias piezas o presentan espacios entre las juntas), pueden quedar restos de alimentos o humedad en esos resquicios y favorecer el crecimiento de microorganismos patógenos que resultan peligrosos para la salud.

4-La madera es más difícil de limpiar y desinfectar y requiere muchos cuidados.

5- Las tablas de plástico, en general, se puede lavar sin problema en el lavavajillas.

6-Las tablas de plástico se dañan con más facilidad que las de madera dura al emplearse para cortar alimentos.

7-Las tablas de plástico pueden ser de diferentes colores por lo que puedes tener una para cada uso (roja para la carne y verde para las verduras, por ejemplo), lo que ayuda a evitar la contaminación cruzada.

Una buena recomendación, si tienes sitio en la cocina, sería utilizar dos tablas diferentes. Una de plástico (para cortar carne y pescado) porque es fácil de limpiar y desinfectar y otra de madera dura, poco porosa y elaborada en una sola pieza (para cortar pan y alimentos de origen vegetal), siendo necesaria una gran precisión con su limpieza y mantenimiento porque también pueden estar contaminados con microorganismos patógenos que afectan a la salud.

Es necesario cambiar la tabla de cortar alimentos cuando su superficie esté dañada por la presencia de surcos numerosos y profundos difíciles de limpiar o su integridad se ha visto afectada (si está agrietada o deformada, por ejemplo, debe ser cambiada).