Se puede definir hábito como un comportamiento que realizamos a diario, que forma parte de nuestra rutina y lo ejecutamos de manera automática, sin ser conscientes, normalmente, de que lo realizamos. Algunos hábitos, como evitar el sedentarismo, son saludables. Otros, como fumar, se consideran malos hábitos o hábitos no saludables que, ...
Se puede definir hábito como un comportamiento que realizamos a diario, que forma parte de nuestra rutina y lo ejecutamos de manera automática, sin ser conscientes, normalmente, de que lo realizamos.
Algunos hábitos, como evitar el sedentarismo, son saludables. Otros, como fumar, se consideran malos hábitos o hábitos no saludables que, como los realizamos de manera automática, no los cuestionamos porque ni siquiera nos paramos a pensar en que resulten poco adecuados.
Los hábitos no saludables son los que resultan perjudiciales para la salud y suelen están provocados por problemas subyacentes, normalmente de tipo emocional, por lo que estarían causados por emociones negativas mal gestionadas.
Las emociones negativas más frecuentes son el estrés y la ansiedad. También suelen presentarse frustración, preocupación, ira y envidia. Todas ellas nos generan malestar e inducen la realización de hábitos poco beneficiosos para la salud (fumar, ingerir comida de manera compulsiva, morderse las uñas, abusar del alcohol o revisar insistente y frecuentemente las redes sociales, por ejemplo) entre otras muchas rutinas que no aportan nada positivo a la vida ni reducen el malestar, aunque lo parezca.
Es posible reemplazar hábitos no saludables por hábitos saludables, positivos, beneficiosos y productivos para tú, con estas indicaciones:
1-Identificar el hábito
Es fundamental detectar ese hábito que está limitando tu vida y que deseas eliminar.
2-Decidir el cambio
Te convencerás de la necesidad de eliminarlo cuando seas consciente de que te hace daño, anotando las consecuencias positivas y negativas que tiene para ti mediante un diagrama de decisiones.
3-Elaborar un diario sobre ese mal hábito
Puedes anotar en un cuaderno durante tres semanas, por ejemplo, la causa de su ejecución y las veces que lo repites a lo largo del día. Un ejemplo sencillo sería que, cuando estás nerviosa, comes más y que lo que te pone nerviosa es hablar con tu jefe, por ejemplo.
4-Sustituir el hábito no saludable por otro saludable
Eliminar el mal hábito puede generarte una sensación de vacío que puede provocar una recaída en el hábito que quieres eliminar. Es importante elegir un hábito saludable que lo reemplace y ocupe ese tiempo y lugar en tu repertorio de conductas.
5-Premiar tus avances
Según vayas eliminando el hábito negativo y adquiriendo el hábito saludable, te mereces un premio, una recompensa por haber ido logrando lo que te habías propuesto.
Con estas ideas puedes conseguir eliminar cualquier hábito que no te guste, que no te haga sentir bien o que sea perjudicial para tu salud y cambiarlo por otro que resulte saludable y beneficioso. No esperes resultados inmediatos. Es preciso trabajar a diario, emplear toda tu fuerza de voluntad y perseverar para poder lograr tu objetivo. No desesperes y solicita ayuda profesional si crees que es necesario.
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