Volvemos a la infancia, a aquel momento en que las abuelas, tías o madres se sacaban de la manga y en un periquete se ponían a hacer esta receta para colocar la mezcla en pequeños recipientes individuales o directamente la hacían en un molde más grande y luego se compartía ...
Volvemos a la infancia, a aquel momento en que las abuelas, tías o madres se sacaban de la manga y en un periquete se ponían a hacer esta receta para colocar la mezcla en pequeños recipientes individuales o directamente la hacían en un molde más grande y luego se compartía con los comensales. El huevo y la vainilla son los sabores de siempre. Quizás lo que tenía un poco más de complicación era lograr un caramelo líquido perfecto y que este no se quemase. Para ello es conveniente coger un cazo, añadir un poco de agua y cuando esté caliente echar unas cucharadas de azúcar. En un primer momento, déjalo estar, no lo toques, pero cuando veas que ya comienza a cambiar de color adquiriendo un tono marrón claro, revisa el fuego y si es necesario bájalo un poco. Remueve mientras tanto para que se vaya mezclando y evitar que se pegue. Una vez listo, tendrá que atemperarse unos segundos antes de verterlo en el fondo del bol.
La primera sugerencia que hemos elegido es la de un flan de coco para el que vas a necesitar leche de coco y coco en polvo. Se cocina al baño maría, pero en vez de hacerlo en una cazuela iría al horno. Es una propuesta exótica, sencilla y con la que quedarás genial, sobre todo si te viene algún invitado a comer. Verás que en el vídeo de Quiero Cupcakes preparan de una forma diferente el caramelo, aunque el resultado final es el mismo.
(para el caramelo)
En un cazo añade el azúcar y vierte por encima el agua y el zumo de limón. Ponlo al fuego y remuévelo un poco. Cuando comience a ponerse de color dorado, vuelve a remover, baja el fuego y una vez que adquiera la textura deseada pásalo para el molde. Ayúdate de una espátula para repartirlo por las paredes. Después, en un vaso de la batidora, deposita los huevos, el azúcar y la leche de coco para batirlos. A continuación, agrega el coco rallado y sigue batiendo. Luego coloca el preparado de tu flan en el molde anterior y tápalo con papel aluminio, introdúcelo dentro de otro recipiente y mételo en el horno. Vierte el agua caliente en él. El horno deberá estar precalentado a 160ºC y tendrá que cocinarse durante 1 hora y media. Finalmente, transcurrido el tiempo pertinente sácalo del horno y sitúalo sobre una rejilla para que enfríe. Seguidamente, guárdalo en el frigorífico unas 6 horas o hasta el día siguiente. Cuando lo vayas a emplatar decóralo con coco rallado.
Si este te ha sorprendido espera al siguiente. Se trata de un flan a dos colores con el que dejarás a todos y a todas con la boca abierta. Lo ideal es que lo hagas en contenedores individuales, así te quedará más lucido. Lleva una capa de chocolate negro y otra de blanco. La clave está en impedir que ambas se entremezclen, tendrás que hacerlo con mucho cuidado y revisar que haya cuajado bien antes de colocar la siguiente. En Cocinatis nos muestran todos los trucos para que quede presentable.
Comienza preparando el caramelo con el agua y el azúcar en un cazo para después verter este contenido en los moldes. Puedes hacer como en el vídeo y utilizar un molde con varios orificios. Pon otro cazo al fuego y calienta la leche con la nata para incorporar más adelante la cuajada en polvo, integra todo con ayuda de unas varillas manuales. Luego, reserva la mezcla mientras fundes el chocolate blanco en el microondas y repites el proceso con el chocolate negro. Cada uno de los chocolates deberá estar en un cuenco independiente sobre el que tendrás que añadir la mitad de la mezcla anterior en cada uno de ellos. Remueve y rellena hasta la mitad del molde con el chocolate blanco. Deja reposar unos 15 minutos entre capa y capa. Finalmente, tendrán que enfriar en la nevera 4 horas.
Hemos dejado lo mejor para el final. Es una fusión entre flan y magdalena, de la mano del cocinero Gipsy Chef y del canal Comer La Vanguardia. Como bien apunta el experto te vendrá de perlas para aprovechar las magdalenas que te hayan quedado resecas o si te apetece arriesgar y hacer una versión de flan fuera de lo común.
(para el caramelo)
Al igual que en los videotutoriales comentados en este también se empieza con la preparación del caramelo. En vez de hacerlo con azúcar blanco, recomienda echarle moreno y la monda de un limón. Para ello, en un cazo, echa el agua, el azúcar y la monda del limón. A continuación, pasa la leche para un frasco junto con el azúcar, dos huevos, la ralladura de media mandarina y el zumo de la otra media y un chorrito de vermú, tápalo y agítalo. Pon el horno a 150ºC y mete una bandeja con agua. Luego deposita el caramelo en dos vasitos, repartiéndolo por todo el fondo y parte de la pared, haz unos agujeros en la magdalena y colócala dentro del vasito, pero boca abajo, vierte la mezcla anterior por encima, cocínalo en el horno media hora y el paso final será guardarlo en la nevera hasta que enfríe.
FOTO PRINCIPAL.: Foto de Veronika Jorjobert en Unsplash.