La amapola se denomina, botánicamente Papaver rhoeas. Es una planta de exterior que puede llegar a superar el medio metro de altura. Procedente de Asia y Europa, crece silvestre en varios países del mundo. Sus flores producen unas semillas pequeñas, redondas y de colores diferentes en función del lugar de ...
La amapola se denomina, botánicamente Papaver rhoeas. Es una planta de exterior que puede llegar a superar el medio metro de altura. Procedente de Asia y Europa, crece silvestre en varios países del mundo. Sus flores producen unas semillas pequeñas, redondas y de colores diferentes en función del lugar de cultivo, que se emplean en cocina y fitoterapia en todo el mundo.
En la composición química de las semillas de amapola destacaría la presencia de fibra, grasas vegetales insaturadas, vitaminas (especialmente vitamina B1) y minerales (manganeso, cobre, magnesio, fósforo, hierro y zinc). Además, se considera fuente de calcio (1.450 mg por cada 100 g), superior a las algas y a los productos lácteos, por ejemplo. A partir del prensado en frío de las semillas se obtiene aceite de semilla de amapola, rico en ácidos omega-6, omega-9 y ácido alfalinolénico (ALA) del grupo de los omega-3.
En la cocina es sencillo emplear las semillas de amapola porque son muy versátiles debido a su sabor suave y color neutro. Se pueden añadir directamente sobre el plato ya cocinado (con pasta o verdura, por ejemplo) o tostarlas previamente en la sartén para intensificar su aroma y añadirlas a lo que quieras.
Entre los beneficios para la salud que se considera que presentan las semillas de amapola destacarían:
1-Fortalecen los huesos y remineralizan
El contenido en cobre (mineral necesario para la formación de tejido conectivo y el transporte de hierro) y manganeso (fundamental para los huesos, la coagulación sanguínea y la utilización de aminoácidos, grasas y carbohidratos) favorece la remineralización del organismo. La presencia de altas proporciones de calcio las convierte en adecuadas para evitar, por ejemplo, la osteoporosis.
2-Mejoran la digestión
Las semillas de amapola son ricas en fibra, que facilita la digestión, mejora el funcionamiento intestinal y reduce el estreñimiento.
3-Relajantes y analgésicas
Los principios activos del látex de la cápsula de algunas especies de amapola (alcaloides) relajan, inducen el sueño y presentan acción analgésica porque calman el dolor. Las demás variedades contienen dosis muy pequeñas y las semillas se encuentran libres de este látex, aunque pueden contener trazas infinitesimales que tendrían estos efectos. Algunas variedades, como la Papaver rhoeas, la más habitual en los campos con características flores rojas, contienen una sustancia ligeramente sedante.
4-Se consideran cardiosaludables
Las semillas de amapola presentan cantidades moderadas de grasas insaturadas y polifenoles antioxidantes con capacidad para reducir el riesgo de padecer ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Combinadas con ácidos omega-3 (como los presentes en el salmón, las nueces o las semillas de lino) pueden potenciarse los efectos cardiosaludables.
Puedes encontrar semillas de amapola (Papaver rhoeas) en herboristerías o tiendas de alimentación especializadas para emplearlas en la cocina o elaborar una infusión, por ejemplo. Las semillas de amapola del Papaver somniferum (conocidas como adormidera) no se comercializan porque la planta está clasificada como ilegal.