El `humo digital´, los peligros del nuevo tabaquismo

María Robert 

Provoca problemas de salud a corto plazo y no ayudan a dejar de fumar, según studio realizado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) entre jóvenes de 16 y 21 años

03/05/2023

El 91,3% de los jóvenes entre 16 y 21 años se ha visto expuesto al ´humo digital´ tanto de tabaco tradicional como de nuevas formas de inhalación, a través de medios sociales o plataformas, en los últimos 30 días, según un estudio realizado por la Asociación Española Contra el Cáncer ...

El 91,3% de los jóvenes entre 16 y 21 años se ha visto expuesto al ´humo digital´ tanto de tabaco tradicional como de nuevas formas de inhalación, a través de medios sociales o plataformas, en los últimos 30 días, según un estudio realizado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) entre 1.730 jóvenes de este rango de edad.

Tal y como ha advertido el técnico del Observatorio de la AECC, Diego de Haro, esta exposición está "fuertemente correlacionada con el consumo", tanto de tabaco como de nuevos productos. De hecho, entre las personas que han tenido esta exposición, hay más del doble de fumadores (53,1%) que entre aquellos que no la han tenido.

Concretamente, el 82,5% ha tenido al menos una forma de exposición al tabaco en plataformas o medios, y el 83% ha tenido al menos una forma de exposición al vapeo o cachimbas, según este informe.

Las redes sociales y las plataformas ´on demand´ se han convertido en la principal vía de "normalización e incluso con la deseabilidad" del consumo de nuevos dispositivos, según De Haro.

Daños a la salud a corto plazo

Los expertos han hincapié en el esfuerzo de la industria tabacalera por normalizar el consumo nuevos dispositivos. Para Karen Ramírez, del Departamento de Prevención y Promoción de la Salud de la AECC, una de las razones principales es que no se identifican los factores de riesgo. "Se cree que los cigarrillos electrónicos no tienen efectos, pero sí los tienen. A corto plazo, una consecuencia es la enfermedad de evali, exclusivamente relacionada al uso de cigarrillos electrónicos", ha recordado, para añadir que "es un problema emergente". "En Estados Unidos, hay reportes de enfermedades altamente graves en personas jóvenes, como neumonías lipoideas que han llevado a la hospitalización de estas personas", ha detallado.

A corto plazo, los cigarrillos electrónicos también producen un empeoramiento de las enfermedades crónicas pulmonares preexistentes; así como un mayor número de exacerbaciones asmáticas en los jóvenes. "Esto hace que la calidad de vida de las personas que consumen estos productos se deteriore", ha asegurado Ramírez.

En este punto, la doctora ha puntualizado que muchos de los líquidos presentes en las nuevas formas de inhalación de humo "son tóxicos" y, además, ´per se´ la nicotina es un agravante y condiciona el desarrollo de enfermedades crónicas.

Nuevos compuestos

Así, ha alertado de que, en los cigarrillos electrónicos, hay nuevos compuestos que no habían estado presentes en el tabaco tradicional, como es el caso de la glicerina. "La glicerina puede utilizarse en productos cosméticos, pero nunca se había utilizado en vías respiratorias, por lo que son las primeras exposiciones de estos compuestos en este sentido y no sabemos qué pasa a largo plazo", ha comentado Ramírez. Además, algunos de los compuestos de estos líquidos no son nocivos aparentemente, pero, al entrar en combustión, "se convierten en tóxicos", ha continuado la doctora.

Otra de las razones por la que se cree que el cigarrillo electrónico es menos nocivo es que se puede dejar de fumar y que no tiene ninguna relación con el tabaco. Ramírez ha insistido en desmentir esta afirmación, ya que, hasta el 77% de los jóvenes de entre 14 y 18 años que consume tabaco tradicional ha probado el electrónico. "Por tanto, son la puerta de entrada hacia una forma de consumo dual", ha recordado la experta.

Al hilo, ha advertido de que "no todos los cigarrillos electrónicos que dicen no tener nicotina realmente no la tienen". Según un estudio realizado en Estados Unidos y mencionado por la doctora, la mitad de los dispositivos que decían no tener nicotina contenían algunas trazas de la misma. "Esto crea la adicción", ha aseverado. Por tanto, el intentar dejar de fumar con vapeadores "no supera la eficacia demostrada por las opciones farmacológicas y psicológicas", ha destacado.

Otra de las creencias más extendidas acerca de estos productos y que también ha desmentido la doctora Ramírez es que lo que se inhala es vapor de agua. "Lo que se inhala no es vapor de agua, sino aerosoles, partículas ultrafinas que llegan a los pulmones y que, al acumularse, pueden provocar enfermedades a largo plazo", ha explicado.

Por tanto, "el uso de estos dispositivos no está recomendado; provoca problemas de salud a corto plazo, como la enfermedad de evali; no ayudan a dejar de fumar y no son superiores a las estrategias con que contamos; no son libres de efectos para la salud y tampoco se inhala vapor de agua", ha zanjado la doctora.

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