Una tormenta sonora acompaña una pantalla sobre la que se deslizan gotas de agua virtuales. Así ha comenzado el desfile de Sophie et Voilà en el curso de la BBFW. Una entrada que ha hecho viajar, mentalmente, a esos parajes vascos, verdes y puros gracias al agua de la lluvia. Agua que enriquece e impregna de vida la tierra. De ahí parte la inspiración de (G)EURIA, un juego de simbiosis euskera entre las palabras euria y geuria: agua y nuestra.

(G)EURIA supone el retorno a los orígenes tras beber el "agua de la experiencia" durante años, metafóricamente hablando. En concreto, más de una década. Sophie et Voilà nació en el año 2010 como atelier de confección a medida, de manos de la arquitecta y apasionada de la moda Sofía Arribas. En cuestión de pocos años, el negocio pasó de sombrería a medida a taller de alta costura donde se confeccionaban piezas de cóctel, novia e invitada. Meses atrás, la firma logró una gran notoriedad al ser elegida para diseñar el traje de novia de Tamara Falcó en su enlace con Íñigo Onieva.

Minimalismo femenino

"El romanticismo no es nuestro fuerte. La nuestra es una novia minimalista y muy femenina. En la colección hay vestidos de cortes muy fluidos y limpios, nada pegados al cuerpo. Es un estilo algo flow, con mucho rollo", explica Sofía Arribas. Vestidos sobrios y sencillos con un toque chic y diferentes tipos de escotes: halter, redondos, palabra de honor, en V e incluso con tirantes.

En (G)EURIA también se halla el típico dos piezas de la marca. Más de la mitad de la colección ha sido confeccionada con piezas que se pueden intercambiar, vestidos a base de elementos desmontables y mangas que se pueden quitar o poner. Todo está coordinado para que cada novia halle su propio estilo, en opinión de Arribas.

En las prendas de alta costura se han trabajado más los tejidos, aplicándoles pedrería y bordados. "Empleamos crèpe de la mejor calidad. Nosotros no utilizamos forros, sino más bien el mismo tejido en doble capa", añade. Según la directora creativa de la firma, en los vestidos de novia hay un poco de todo: crêpe, pedrería, tafetán, gasa, plumeti y guipur. "En esta colección -puntualiza- nos han salido cosas muy diversas".Sobre la pasarela han desfilado vestidos largos hasta los pies, pero también cortos, por encima de la rodilla.

Alegato a la tierra

La inspiración es la misma en todos los trabajos de Shopié et Voilà. Esa parte vasca, "de gran belleza", que ambas cofundadoras llevan dentro. "Podemos cambiar nosotras, la sociedad o las novias. Simplemente, nos vamos adaptando en función de las circunstancias. Esto es algo que estamos contanto desde hace más de una década", concluye.