El nombre científico del boldo es Peumus boldus. Es un arbusto de hojas perennes y flores amarillas o blancas originario de Chile, cuyo cultivo se ha extendido por otras partes del globo como Italia y África del Norte. Su tamaño normal oscila entre 3 y 6 metros de altura, aunque puede llegar a medir hasta 8. Sus hojas desprenden un olor aromático y constituyen la parte que se usa con fines terapéuticos.

El procesado incluye la recolección en la época adecuada, secado, lavado y envasado. El resultado son unas hojas frágiles que deben ser tratadas con cuidado para que su presentación comercial resulte atractiva.

En su composición química se han aislado hasta 20 alcaloides diferentes (entre los que destaca la boldina), aceite esencial, flavonoides y taninos. La combinación de estos compuestos aporta al boldo su actividad digestiva y protectora hepática. Una mención especial para la boldina: se considera antioxidante, antiinflamatoria y fungicida. Le da el sabor amargo característico y el olor típico del boldo, que puede pasar a la orina del consumidor si se toma durante un tiempo prolongado.

Se considera eficaz como colerético, colagogo, para tratar la dispepsia, flatulencia, aerofagia, problemas hepatobiliares leves, estreñimiento y otros síntomas causados por las digestiones complicadas.

Entre las propiedades del boldo destacaría que:

1-El consumo de boldo estimula la secreción salival, la producción de bilis y su salida desde la vesícula, que favorece la digestión y combate los síntomas del mal funcionamiento del hígado o de la vesícula. Resulta ideal para hacer la digestión tras una comida abundante.

2-Puede combinarse con alcachofa, cardamomo, jengibre y romero para incrementar la acción colerética y colagoga.

3-Las propiedades digestivas se incrementan si se combina con hierba luisa, diente de león, manzanilla, cardo mariano, etc.

La infusión de boldo se prepara disolviendo una cucharada sopera de hojas de boldo en medio vaso de agua, dejándolo reposar toda la noche. Al día siguiente se añaden unas gotas de limón. Antes de tomar la infusión, se puede consumir una cucharadita de aceite de oliva para estimular el vaciado de la vesícula.

Es importante hacer un consumo responsable, tener cuidado y no abusar de su ingestión, ni superar el mes de consumo porque se pueden producir intoxicaciones. Está contraindicado en pacientes con obstrucción de las vías biliares y enfermedades hepáticas graves. Tampoco se recomienda en embarazo, lactancia y niños. Consulta a tu médico.

Es muy importante recordar que no debe ser utilizado sin control y jamás puede sustituir el tratamiento indicado por el médico, ya que esta "planta", aunque sea natural, contiene principios activos que no deben ser consumidos sin necesidad, por comentarios de los amigos y familiares, ni ocultar al médico que los usamos, para evitar los efectos cruzados entre la medicina tradicional y la fitoterapia.