Hace algunos años las cafeteras de cápsulas se colaron en nuestras cocinas como un modelo revolucionario para preparar café a golpe de clic. Bastaba con llenar el contenedor de agua, elegir la variedad, insertar la cápsula en la máquina y en pocos segundos ya lo tendríamos listo. Una de sus principales ventajas que nos brinda este aparato es que nos da acceso a un amplio catálogo de diferentes tipos de café (capuchino, expreso, con leche, descafeinado, cortado, con avena, con almendra, chocolate caliente, infusión, etc.) y como son monodosis permite preparar la cantidad justa de producto que vamos a tomar. Se hace al instante, no hace falta molinar el grano ni manchar más utensilios que la propia cafetera. Sin embargo, si se consume de forma habitual, el desembolso que hay que hacer para adquirir los packs no acaba compensado a corto plazo, porque si bien es cierto que el dispositivo se puede conseguir por un precio asequible, cuando se eligen las cajas de las variedades, su precio es elevado. Pero, ¿qué se debe hacer una vez que se ha utilizado la cápsula? El cartón pueden ir al contenedor azul y las cápsulas a los puntos de reciclaje. Por ejemplo, Nespresso ofrece un servicio de recogida de estos productos en varias de sus boutiques y en sitios habilitados. Pero bajo ningún concepto deben depositarse en el contenedor amarillo porque puede que contengan plástico, pero también tienen aluminio y no dejan de ser un desecho. Mercadona, por su parte, posee un contenedor específico para depositarlas.

CoffeeB Globe.

Otro de los inconvenientes que gira en torno a este producto es que se arrojan a la basura más de 13.500 cápsulas de café por minuto y su proceso de biodegradación suele tardar entre 100 y 500 años, según recogen en el blog.oxfamintermon.org. A finales del año pasado, la empresa suiza Migros dio a conocer CoffeeB, un sistema novedoso que sustituía las cápsulas de café tal y como las conocemos por una pequeña bola recubierta por "una fina película protectora compuesta por materias primas de fuentes naturales" y permite que "el café conserve todo su aroma", explican desde su página web. A su vez, esta bola de café prensado es biodegradable, de modo que puede ser utilizada como abono para el jardín o para crear compost. El fabricante manifiesta que la esfera "se habrá descompuesto por completo después de 12 semanas como máximo". Además del clásico expreso descafeinado, ofrecen el expreso, y sus variedades bio o fuerte, el ristretto, y el largo, y sus versiones bio o fuerte. Para ello se necesita una máquina especial llamada CoffeeB Globe, que cuenta con las ventajas de una al uso, ya que permite la "selección individual del tipo de café y diferentes intensidades", pero prescindiendo "por completo de las cápsulas de aluminio o plástico", explican. Esta cafetera ha sido desarrollada para que pueda ser reparada en caso de necesitarlo, puesto que tanto "los componentes individuales, como la unidad de preparación, la electrónica, la bomba, el calentador y la válvula, se pueden reemplazar fácil e individualmente", apuntan en la web. La revolucionaria cafetera CoffeeB Globe le sirvió a la compañía para alzarse con el Premio Red Dot "Best of the Best" en la categoría "Electrodomésticos y accesorios de cocina".

FOTO PRINCIPAL.: CoffeeB.