Es importante diferenciarla de la timidez, considerada una respuesta emocional natural, que se suele experimentar ante situaciones sociales nuevas y desconocidas y no suele ser patológica. La fobia social se califica como un trastorno de ansiedad que causa un miedo persistente e irracional ante nuevas situaciones sociales o de actividad ...
Es importante diferenciarla de la timidez, considerada una respuesta emocional natural, que se suele experimentar ante situaciones sociales nuevas y desconocidas y no suele ser patológica. La fobia social se califica como un trastorno de ansiedad que causa un miedo persistente e irracional ante nuevas situaciones sociales o de actividad habitual.
La fobia social se puede describir como el miedo a ser juzgado por los demás cuando se producen interacciones sociales. Es un trastorno incluido en el DSM-5 donde se señala que, entre otros síntomas, quien lo padece presentaría:
1-Miedo o ansiedad intensa en una o más situaciones sociales en las que está expuesto al posible examen por parte de otras personas. Se refiere, entre otras, a las interacciones sociales que forman parte de una vida normal. Ir al trabajo, hacer la compra o acudir al centro de estudios, por ejemplo, genera un intenso malestar que induce a la persona afectada a renunciar a hacerlo.
2-Miedo de actuar de cierta manera o de mostrar síntomas de ansiedad que sean valorados negativamente. Pensar en salir de casa y reencontrarse con otras personas les aterra por temor a ser rechazadas.
3-Las situaciones sociales (como salir a tomar un café o a una cena con personas conocidas y/o desconocidas) les provocan miedo o ansiedad y las evitan o, cuando acuden, las resisten sintiendo miedo o ansiedad de intensidad variable. Las personas afectadas no quieren salir de su casa y buscan excusas para evitarlo; si tienen que hacerlo, lo soportan con un enorme sufrimiento.
4-El miedo o la ansiedad que perciben son desproporcionados a la amenaza real que supone mantener relaciones sociales. Sienten que lo van a pasar muy mal y tienen miedo a lo que suceda en cuanto se junten con los demás.
5-El miedo, la ansiedad o las conductas de evitación son persistentes, y duran seis o más meses.
Entre los factores de riesgo asociados al padecimiento de un trastorno de ansiedad social se encuentran la baja autoestima, la alta exigencia y el perfeccionismo elevado. Además, haber vivido situaciones de maltrato infantil o problemas de acoso escolar se han incluido entre los desencadenantes.
Los síntomas más frecuentes suelen ser fisiológicos y se incluyen taquicardia, falta de aire, náuseas, temblores, mareo y sudoración excesiva. También aparecen insomnio, preocupación y miedo (intensos y persistentes ante cualquier situación social).
El diagnóstico debe hacerlo el médico y/o el especialista en este tipo de trastornos psicológicos. Es importante descartar otras patologías (como el trastorno de pánico) y, especialmente, confirmar que no se puede asociar a los efectos fisiológicos causados por alguna sustancia (como los psicótropos, por ejemplo).