En más de una ocasión hemos visto a un grupo de jóvenes sentados en grupos, juntos, sin hablar, concentrados cada uno de ellos en su pantalla del teléfono móvil como si no existiera nada más alrededor. Y si hablan es para comentar vídeos, fotos o stories que ven en sus perfiles de redes sociales. De hecho, la encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación en los hogares, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el año pasado, reveló que cerca del 69,8% de los niños y adolescentes entre 10 y 15 años posee un teléfono móvil. Y más del 90% de ellos tiene acceso a internet. Pero, ¿cómo conseguir que nuestros hijos no tengan acceso a ello si todos sus amigos y compañeros lo tienen?, ¿qué hacer para que sean capaces de mirar más allá de la pantalla de su smartphone y de interesarse por otras cosas que no sea la vida de los demás?

Mucho se ha escrito y hablado sobre el efecto que causa el uso del móvil y las nuevas tecnologías entre los adolescentes. Porque, aunque sean muchos los problemas que ello conlleva, también debemos reconocer que la socialización de los jóvenes actuales ha cambiado bastante y resulta mucho más compleja de lo que era en generaciones anteriores. De ahí que los psicólogos aconsejen a los padres y tutores aprender a no verter sobre los adolescentes los desconciertos que provocan los cambios relacionados con el mundo digital. Porque, según los expertos, los adultos primero pensamos en regular, controlar y poner normas, y, después, en conocer de primera mano (hablando con ellos), qué hacen tantas horas usando el móvil, qué sentido tiene para ellos y qué les aporta.

5 consejos básicpara el uso del móvil

Sin duda, el teléfono móvil es el elemento tecnológico más usado por los adolescentes hoy en día, ya que para ellos significa un instrumento de comunicación muy poderoso y toda una seña de identidad. Pero que no está exenta de contratiempos y desventajas. ¡Vamos a verlas!

- El abuso del móvil provoca aislamiento social. Aunque pueda parecer contradictorio, el móvil hace que se relacionen menos con su entorno, entre las que se encuentran sus amigos, padres, hermanos y demás familiares.

- Los dispositivos afectan al sueño y el descanso. Los móviles se han convertido en el "dispositivo para todo", de ahí que se hayan convertido en un "compañero" inseparable incluso a la hora de ir a dormir. Una costumbre muy perjudicial, porque implica mantener el cerebro activo en el momento en el que debería estar relajándose para descansar. Además de que la pantalla emite un tipo de luz que interfiere en la producción de melanina, que es la hormona que facilita el sueño.

- El móvil resta tiempo a actividades más sanas. Entre el horario escolar y las actividades extraescolares, los adolescentes de hoy en día disponen de muy poco tiempo libre. De ahí la necesidad de que disfruten al aire libre y realicen otra serie de actividades, como hacer deporte, leer o relacionarse con otros chicos/as de su edad.

- Establecer normas sobre su uso. Desde luego, la idea no es prohibir por completo el uso de este dispositivo, pero sí establcer unos horarios o normas a la hora de utilizarlo, sobre cómo, en qué momento no tener el móvil y cuándo sí puede usarse.

- Predica con el ejemplo. Nada mejor que demostrar a nuestros adolescentes que nosotros somos capaces de usar el móvil solo cuando es necesario y de que hacemos otras actividades saludables. Por ello, no debemos usarlo a la hora de la comida, ni cuando estemos en familia o cuando salgamos a tomar algo o visitar un museo.