La autoexigencia puede convertirse en un verdadero problema cuando su intensidad es alta y genera malestar a las personas afectadas. Reduce la calidad de vida y se asocia a la aparición de sintomatología ansiosa y depresiva. Los expertos señalan que, para reducir la autoexigenicia, sería recomendable: 1-Agradecer los halagos de los demás, ...
La autoexigencia puede convertirse en un verdadero problema cuando su intensidad es alta y genera malestar a las personas afectadas. Reduce la calidad de vida y se asocia a la aparición de sintomatología ansiosa y depresiva.
Los expertos señalan que, para reducir la autoexigenicia, sería recomendable:
1-Agradecer los halagos de los demás, aunque te resulte difícil creerlos. Identifica los momentos en los que tus actitudes tienen como finalidad encontrar un reconocimiento por parte de los demás y evita actuar únicamente para lograrlo.
2-Analizar las ventajas e inconvenientes cuando debes tomar una decisión importante que te preocupe.
3-Diferenciar entre lo banal y lo importante. Si deseas hacerlo todo bien, te dará miedo dejar algo necesario sin atender, pero es imposible abarcarlo todo.
4-Asumir sin sufrimiento que el fracaso es necesario pues forma parte de la vida y del aprendizaje. Convéncete de que tienes derecho a cometer errores.
5-Organizar y planificar tu tiempo de manera realista porque tiene límites. Plantéate metas alcanzables y establece un tiempo aproximado y realista para realizar cada tarea.
6-Reservar un tiempo cada día para dedicarlo al ocio y al descanso porque es tan importante como el tiempo que dedicas al trabajo.
7-Identificar los pensamientos autoexigentes que se agolpan en tu mente ("debería estar trabajando, tengo que hacerlo mejor, no lo haré bien si no invierto mucho tiempo, no debo perder el tiempo" y otros similares). Es posible reeducar tu mente regalándote tiempo libre en el que no tienes que hacer nada.
8-Reconocer y expresar tus emociones cuando te sientas irritable, agobiada o estresada, por ejemplo. Practica la autocompasión y busca apoyo social porque funciona como un factor protector del estrés.
9-Reservar un tiempo cada día para imprevistos o planes que puedan surgir con los que no contabas. Tenerlo todo planificado provoca que se convierta en obligatorio, como si todo fuese trabajo, y no te permite relájate y disfrutar del momento. La existencia de espacios temporales "vacíos" de obligaciones es muy recomendable.
10-Analizar de manera realista el porcentaje de sucesos que no salen bien y dependen de ti. Intenta ser consciente de lo que está bajo tu control y lo que no porque todos tenemos límites porque siempre hay una parte que no es nuestra responsabilidad.
11-Intentar delegar algunas tareas. Es algo complicado porque las personas autoexigentes viven con la necesidad de controlarlo todo y, la sensación de no poder controlar lo que hacen los demás, les resulta incómoda. Intenta hacerlo de manera progresiva.
Es posible aprender a ser menos autoexigente, pero es un proceso progresivo y gradual. No te exijas demasiado (una vez más) pensando que puedes resolverlo de inmediato. Necesitas tiempo y aprender de tus errores. Al principio será complicado, pero a medida que lo practiques te resultará más fácil.