Existen numerosas variedades de tomate que puedes cultivar en tu propia casa (en un jardín vertical si tienes poco sitio). También puedes elaborar tus propias conservas a partir de tomates bien seleccionados en los diferentes puntos de venta. Te proponemos unas ideas que pueden facilitar tu tarea: 1-Si has decidido cultivarlos ...
Existen numerosas variedades de tomate que puedes cultivar en tu propia casa (en un jardín vertical si tienes poco sitio). También puedes elaborar tus propias conservas a partir de tomates bien seleccionados en los diferentes puntos de venta. Te proponemos unas ideas que pueden facilitar tu tarea:
1-Si has decidido cultivarlos tú, elige la variedad que más te guste y cuídala según las indicaciones específicas. Una recomendación general es que protejas las plantas del ataque de los caracoles o serán ellos los únicos que disfrutarán de los tomates que has cultivado. Existen opciones naturales que solo impiden que se acerquen y no matan ni perjudican a la planta.
2-A pesar de que el momento más adecuado para su consumo es el verano (necesitan mucha luz y la temperatura perfecta para su desarrollo es de 20 a 35 grados, lo que se produce en esta estación), existen numerosas variedades, localidades productoras y sistemas de cultivo que permiten consumirlos durante todo el año.
3-Puedes encontrarlos en diferentes puntos de venta desde mercados al aire libre hasta grandes superficies comerciales. Es posible obtener tomates biológicos, ecológicos y orgánicos, en función del tipo de cultivo que se haya seguido para lograr el fruto, que localizarás en estos locales comerciales. Estas opciones suponen un cuidado intensivo del proceso de cultivo y no emplear abonos ni pesticidas sintéticos.
4-Se recomienda que elijas tomates con la piel sin daños, manchas o zonas blandas. El peciolo debe ser verde y terso, como si el tomate estuviera recién arrancado de la planta. El color rojo indica un momento óptimo de madurez pero, si están un poco verdes, puedes dejar que maduren en casa dentro de una bolsa de plástico cerrada si deseas acelerar la maduración.
5-No debes escoger tomates blandos, con manchas en la piel ni de consistencia demasiado blanda porque estas señales indican que no se encuentra en su mejor momento.
6-Cuando llegues a casa debes conservarlos de manera adecuada. Si es preciso que maduren, puedes colocarlos en un lugar fresco en el que la luz del sol no incida directamente. Si su punto de madurez es adecuado, puedes guardarlos en la nevera una semana, aproximadamente. Si están triturados o en zumo, no se deben conservar más de dos días. Si deseas congelarlos, puedes hacerlo tras lavado, escaldado y pelado previos. Al congelarlos se deshidratan un poco por lo que se recomienda que, cuando los descongeles, los consumas cocinados en vez de hacerlo en crudo.
7-Si has decidido elaborar tus propias conservas de tomate, no olvides lavarlos antes de su elaboración y escaldarlos y pelarlos para utilizar únicamente la parte central. Es importante mantener una higiene correcta para evitar la presencia de microorganismos que contaminen el preparado y pueden afectar a tu salud.
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