Nos trasladamos a la playa del Orzán, nuestros pies están sobre la arena y vemos como las olas rompen al llegar a la orilla, mientras las gaviotas sobrevuelan la zona en busca de un rico manjar que llevarse a la boca. El sol nos acaricia con sus rayos solares y tan sólo dos colores dominan este paisaje en calma, el blanco del cielo y el azul del mar. Picasso llega a A Coruña cuando era pequeño y queda embelesado de este lugar. Se formará en la Escola de Belas Artes herculina y residirá en esta ciudad entre 1891 y 1895, puede que no fuese mucho tiempo, pero sí el suficiente como para marcarlo y para definir su identidad como artista. En uno de sus cuadros trata de inmortalizar el impacto de las olas contra las rocas en el mismo entorno antes descrito, quedará impactado por un instrumento tradicional gallego como es la gaita, que aparecerá en diferentes obras, incluso en las de su etapa cubista, queda fascinado también con las romerías y tanto es así que enseñará a su hija algunas canciones populares. La figura de `Os mosqueteiros´ que reproducirá en sus cuadros y en algunos de sus grabados surge en esta localización al estar en contacto con las revistas ilustradas de aquel momento y gracias a sus maestros. Descubre su interés por el fauno durante su período formativo y así lo plasma en sus creaciones.

Nature morte aux instruments de musique sur une table (1913).

La exposición `Picasso branco no recordo azul´, que se podrá visitar hasta el 25 de junio y compuesta por 120 obras, se divide en diez capítulos temáticos en los que se pueden ver bocetos a mano alzada, dibujos, cuadros, autoretratos, poemas o algunos ejemplos de su participación en periódicos ilustrados. Cuando acudimos a la muestra situada en el Museo de Belas Artes de A Coruña podemos ver un antes y un después en la obra y vida del artista, comienza con un trazo muy definido y realista para ir poco a poco desdibujando las formas y colores para adentrarnos en el formato cubista tan característico. Pero, como él mismo confesaba a su amigo y biógrafo Roland Penrose "con doce años dibujaba como Rafael, pero precisé toda una vida para aprender a pintar como un niño". En sus inicios dedica varios de sus retratos a familiares como su padre o hermana y al mismo tiempo siente especial interés por dibujar a sus mascotas.

Maya à la poupée (1938).

También reconocía que "cuando se ponía a pintar, todos los grandes pintores del pasado estaban con él en el taller y lo miraban". Solía visitar galerías de arte y museos para aprender de los pintores de mayor relevancia, como Velázquez, y hasta realiza su propia reinterpretación de `Las Meninas´ en 1957. Dentro de la exhibición es posible ver el `Estudio para la cabeza de caballo (II). Dibujo preparatorio para `Guernica´ en 1937, en el que se observa la figura de una cabeza de este mamífero, que más tarde daría lugar al famoso cuadro de `Guernica´.

Desde que abrió sus puertas el 23 de marzo está siendo todo un éxito, ya que entre el periodo comprendido entre la fecha inicial y el 30 de abril pasaron por sus instalaciones más de 20.000 visitantes, tanto nacionales como extranjeros. Con esta exposición se pretende rendir homenaje al quincuagésimo aniversario de la muerte del pintor.

FOTO PRINCIPAL.: Puerta principal del Museo de Belas Artes de A Coruña.