Qué es la alergia primaveral

La principal causa de la alergia primaveral es el polen, un polvo fino un polvo fino y ligero producido por las flores, árboles y pastos durante su proceso reproductivo. Cuando las personas alérgicas inhalan el polen, el sistema inmunológico identifica erróneamente esta sustancia inofensiva como una amenaza y desencadena una respuesta alérgica. Esto lleva a la liberación de sustancias químicas como la histamina, que causan síntomas incómodos. Los síntomas más comunes de este tipo de alergia son:

• Estornudos: Los estornudos frecuentes son uno de los síntomas más usuales de la alergia primaveral. En muchos casos, se producen ráfagas de estornudos que pueden llegar a ser realmente incómodos.

• Congestión nasal: La alergia primavera puede causar congestión nasal, es decir, obstrucción de las fosas nasales, provocando dificultad al respirar.

• Secreción nasal acuosa: Cuando sufrimos alergía primaveral, la nariz produce una cantidad excesiva de secreción acuosa que se llama rinorrea. Generalmente, suele ser clara y acuosa.

• Picazón en la nariz: Que nos pique la nariz es un síntoma muy común en el caso de sufrir alergia primaveral. Generalmente, es muy persistente y provoca la necesidad constante e incómoda de rascarse la nariz.

• Picazón en los ojos: Los ojos también pueden experimentar picazón intensa, enrojecimiento e irritación debido a la exposición al polen u otros alérgenos. Es mejor evitarse restregarse los ojos porque entremos en un bucle y será peor el remedio que la enfermedad, ya que provocará que cada vez nos pique más y se irriten más.

• Exceso de lagrimeo: Los ojos llorosos son otro síntoma frecuente de la alergia primaveral. Las lágrimas adicionales se producen como una respuesta alérgica para eliminar los alérgenos y aliviar la irritación.

• Irritación de garganta: La exposición al polen puede provocar irritación y picazón en la garganta, provocando tos seca o irritativa.

• Fatiga: Algunas personas pueden sentirse fatigadas o tener una disminución general de energía debido a los síntomas persistentes de la alergia primaveral y a las dificultades para dormir debido a la congestión nasal.

Cómo mitigar los síntomas de la alergia primaveral

Curar o acabar con las alergia en general es imposible pero, es bien cierto, que podemos intentar combatir los síntomas para poder convivir con ella de la mejor manera posible. Además de medicamentos antihistamínicos o corticoides, tenemos a nuestro alcance una gran cantidad de remedios naturales que nos pueden ayudar.

• Miel de proximidad: Se cree que la miel contiene pequeñas cantidades de polen local, lo que puede ayudar a desensibilizar gradualmente el sistema inmunológico.

• Probióticos: Los probióticos, que son bacterias beneficiosas para el sistema digestivo, ayudan a modular la respuesta inmunológica y reducir los síntomas alérgicos. Se ha demostrado que los probióticos presentes en alimentos como el yogur y el chucrut tienen efectos positivos en las personas con alergias.

• Té de hierbas: Algunas hierbas tienen propiedades antiinflamatorias y antihistamínicas que pueden ayudar a aliviar los síntomas de la alergia. El té de manzanilla, por ejemplo, o el té verde y el té de menta pueden proporcionar alivio para la congestión nasal y los ojos irritados.

• Hacerse enjuagues nasales con una solución salina: La irrigación nasal con solución salina puede ayudar a eliminar el polen y otros alérgenos de las fosas nasales, aliviando la congestión nasal y reduciendo los síntomas. Puedes utilizar una solución salina comprada en la farmacia o preparar una casera mezclando sal y agua tibia.

• Vapor de eucalipto: El vapor de eucalipto puede ayudar a abrir las vías respiratorias congestionadas y aliviar la dificultad para respirar. Agrega unas gotas de aceite de eucalipto en un recipiente con agua caliente y respira el vapor con precaución.

• Ducharse a menudo: Tomar duchas antes de acostarse para eliminar el polen acumulado en la piel y el cabello, cambiar la ropa después de pasar tiempo al aire libre y lavarla regularmente, así como aspirar y limpiar regularmente el hogar, pueden ayudar a reducir la exposición a los alérgenos.