La memoria es un proceso complejo que involucra la adquisición, codificación, almacenamiento y recuperación de información. El sueño juega un papel fundamental en la consolidación de la memoria, el proceso mediante el cual la información recién adquirida se estabiliza y almacena en la memoria a largo plazo.

Según Journal Sleep Research Society, durante el sueño sin movimientos oculares rápidos (NREM), específicamente el sueño de ondas lentas (SWS), los recuerdos se consolidan selectivamente. Esta etapa profunda del sueño promueve la transferencia de recuerdos desde el hipocampo, una región del cerebro crucial para la codificación de la memoria inicial, al neocórtex, donde se almacenan los recuerdos a largo plazo. SWS se ha relacionado con la memoria declarativa, que abarca conocimientos y eventos fácticos.

Consolidación de la memoria y movimiento ocular

La consolidación de la memoria también se ha relacionado con el sueño de movimientos oculares rápidos (REM), que se caracteriza por una mayor actividad cerebral y sueños vívidos. El sueño REM es especialmente crítico para la memoria procedimental, que implica adquirir y recordar habilidades como tocar un instrumento o andar en bicicleta.

Según la revista Physiological Reviews , se ha demostrado que el sueño REM mejora la integración de los recuerdos de procedimientos recién adquiridos, lo que permite refinarlos y optimizarlos.

Privación del sueño y deterioro de la memoria

Si bien la importancia del sueño en la consolidación de la memoria es evidente, las consecuencias de la privación del sueño sobre la memoria son igualmente sorprendentes. La falta de sueño suficiente puede afectar la función de la memoria, afectando tanto la adquisición como la retención de información.

Durante la privación del sueño, la capacidad del cerebro para codificar nuevos recuerdos se ve comprometida. Journal Neuropsychiatric Disease and Treatment ha revelado que las personas privadas de sueño exhiben una atención reducida, una capacidad de memoria de trabajo disminuida y una capacidad disminuida para procesar y retener información. El hipocampo, que es importante para la formación de la memoria, se ve particularmente afectado por la falta de sueño, lo que provoca una disminución en la consolidación de la memoria.

La privación del sueño dificulta la recuperación y el recuerdo de la memoria. La capacidad de acceder a los recuerdos almacenados se ve comprometida, lo que genera dificultades para recuperar información de manera precisa y eficiente. Las personas privadas de sueño a menudo experimentan momentos de "punta de la lengua", en los que luchan por recordar detalles específicos a pesar de saber que la información está almacenada en su memoria.

El papel de los husos del sueño y las ondas cerebrales
La revista PLOS Computational Biology se ha centrado en el papel de patrones eléctricos específicos en el cerebro, como los husos del sueño y las oscilaciones lentas, en la consolidación de la memoria durante el sueño. Los husos del sueño, breves ráfagas de actividad cerebral que ocurren durante el sueño NREM, se han asociado con el fortalecimiento de los recuerdos recién formados. Los estudios han encontrado que la presencia de husos de sueño se correlaciona positivamente con un mejor rendimiento de la memoria, destacando su papel en el procesamiento de la memoria.

Las oscilaciones lentas, patrones rítmicos de actividad cerebral que ocurren durante SWS, se han relacionado con la consolidación de la memoria. Estas oscilaciones facilitan la comunicación entre el hipocampo y el neocórtex, lo que permite la transferencia de recuerdos del almacenamiento temporal al almacenamiento a largo plazo.