El uso excesivo de las pantallas de los teléfonos inteligentes, ordenadores, televisores y otros dispositivos, sobre todo entre los más jóvenes, ya sea por ocio, por trabajo o por ambas razones, estar expuesto a ambientes con polvo o con contaminación, así como al humo del tabaco puede proliferar su aparición. Tampoco ayuda estar en contacto con equipos de aire acondicionado o calefacción porque si ya provocan de por sí sequedad bucal también es probable que interfiera en la visión. El uso de lentillas, padecer enfermedades como "la artritis reumatoide o el lupus eritematoso", explican desde clinicabaviera.com y la ingesta de determinados medicamentos también podrían ser otras de las razones. Los pacientes que lo padecen sufren picor, enrojecimiento, ven borroso y sienten fatiga ocular. La "escasa lágrima o sensibilidad excesiva a la luz" se unen a las causas enumeradas anteriormente, apuntan. Pero esto no se queda aquí porque puede desencadenar en problemas más graves, como "infecciones, inflamación de la córnea y/o la conjuntiva, pérdida de visión o úlceras corneales que lleguen a provocar cicatrices", advierten en la página web. A pesar de que uno de los motivos del síndrome del ojo seco está ligado al envejecimiento, los que se encuentran en una franja de edad más juvenil no están exentos de padecerla: "El síndrome del ojo seco se presenta principalmente en los ancianos, aunque con la proliferación de los puestos de trabajo que obligan a pasar mucho tiempo frente a una pantalla, cada vez afecta a personas más jóvenes", comunican desde la Clínica Baviera. A lo que añaden lo siguiente: "Es un problema más frecuente entre las mujeres a partir de la menopausia (más o menos a partir de los 50 años), debido a su estrecha relación con los cambios hormonales". Esta dolencia suele "afectar a entre un 15% y un 30% de la población", según recogen dentro de la web.

Avances

Un estudio en el que participaron diversos investigadores del Baylor College of Medicine, en Texas, Estados Unidos, han encontrado un probiótico oral que podría ayudar en el tratamiento del ojo seco. Sus averiguaciones fueron compartidas en ASM Microbe 2023, un encuentro de científicos relacionados con la microbiología. En su investigación, "se descubrió que la administración oral de una cepa bacteriana probiótica disponible comercialmente mejora la enfermedad del ojo seco en un modelo animal", tal y como detalla el comunicado. Laura Schaefer, doctora del Baylor College of Medicine y autora de este estudio, reconoció que "las bacterias ´amigables´ que viven en el tracto gastrointestinal humano se han relacionado con la salud y la protección contra enfermedades en muchas partes del cuerpo, incluidos el intestino, el cerebro y los pulmones. Por lo tanto, no sorprende que el microbioma intestinal también tenga efectos en nuestros ojos".

Este grupo de investigación llevó a cabo otro estudio en el que pudieron comprobar como "los ratones que recibieron bacterias intestinales de pacientes humanos con síndrome de Sjögren con ojo seco severo desarrollaron peores enfermedades oculares en condiciones secas que los ratones que recibieron bacterias intestinales de pacientes humanos sanos. Esto sugiere que las bacterias intestinales de personas sanas ayudan a proteger la superficie del ojo en condiciones secas". Durante el análisis, a los ratones se les administraron "antibióticos, que matan muchas de las bacterias `amigables´ que viven en el intestino", y tras este paso "fueron expuestos a condiciones muy secas y alimentados con dosis diarias de bacterias probióticas o una solución salina como control. Después de 5 días, se examinaron los ojos para detectar enfermedades. Los ratones que fueron alimentados con bacterias probióticas tenían superficies corneales más sanas e intactas", exponen en el informe.

El remedio en la mano

Por el momento lo que podemos hacer es evitar, en la manera de lo posible, aquellos ambientes que provoquen sequedad, no estar encima de las pantallas durante un tiempo muy prolongado, evitar el tabaco, mantenerse hidratado y no abusar de las lentes de contacto. Desde la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) recomiendan el uso de humidificadores, parpadear de manera frecuente, "descansar la vista periódicamente o limpiar con regularidad las pestañas con compresas calientes", indican. La visita al oftalmólogo para que valore en profundidad al paciente es más que aconsejable. Consideran que "dado que la mayoría de las veces no se conoce la causa concreta que lo produce, no existe un tratamiento curativo. Lo que se hace es un tratamiento sintomático, con el que se busca aliviar los síntomas, siendo el tratamiento de elección el uso de lágrimas artificiales, usando estas gotas de 2 a 4 veces al día". En el caso de que la afectada o el afectado ya esté "tomando medicamentos o use determinados colirios para la alergia" sería conveniente "intentar reducirlos, puesto que tienden a resecar más los ojos", advierten. Otra de las herramientas utilizadas para aliviar los síntomas son unos "diminutos tapones especiales, que se colocan en los conductos de drenaje lagrimal, para ayudar a que la película lagrimal permanezca en la superficie del ojo durante más tiempo. Este tratamiento a través de drenajes también debe ser utilizado bajo prescripción médica". Desde Clínica Baviera exponen que "el láser de luz pulsada (IPL) se utiliza para estimular el funcionamiento de las glándulas de Meibomio" y mediante este tratamiento se puede "reducir la inflamación de la superficie ocular, mejorar la calidad de la película lagrimal y estabilizar la flora conjuntival".

FOTO PRINCIPAL.: Foto de Brett Sayles.