El contacto con el aire libre es una fuente de satisfacción y bienestar que resulta agradable para todo el mundo. Pero no todo son ventajas y es preciso conocer los riesgos asociados a este cambio en nuestras rutinas.

Los expertos señalan que son numerosos los agentes que pueden perjudicar tu salud en verano y es importante saber cómo actuar si sufres su ataque. Destacarían:

1-Abejas y avispas. Se debe retirar de la zona afectada los objetos que pueden producir compresión (anillos y pulseras, por ejemplo). A continuación, extraer el aguijón con unas pinzas, desinfectar la zona, aplicar hielo, amoníaco y una crema con corticoides. Si se presentan alergias, picaduras múltiples o que afectan a la cavidad bucal, se debe trasladar al afectado a un centro sanitario. Las personas con alergias graves deberían llevar siempre su tratamiento específico pautado por el médico para estas situaciones.

2-Garrapatas. No se debe intentar extraerla porque se clava más y es posible que una parte quede adherida a la piel, aumentando el riesgo de infección. Puede aplicarse laca, vaselina o insecticida y lavarse correctamente a continuación. Una vez que la garrapata ha muerto, se puede extraer con unas pinzas. A continuación se desinfecta la zona y se debe vigilar la aparición de fiebre o una reacción cutánea porque las garrapatas pueden transmitir enfermedades.

3-Perros. La incidencia de mordeduras es superior en esta época del año. Se debe retirar de la zona afectada los objetos que pueden producir compresión. Lavar la herida con suero o agua y jabón para eliminar la saliva y restos de suciedad, colocar el miembro afectado en posición elevada. Acudir a un centro sanitario para valorar la vacunación contra el tétanos y otras medidas necesarias en función de la mordedura sufrida.

4-Serpientes. Se debe retirar de la zona afectada los objetos que pueden producir compresión (anillos y pulseras, por ejemplo). Lavar la herida con suero o agua y jabón, inmovilizar el miembro afectado y colocarlo en posición elevada. Acudir de inmediato a un centro sanitario y, si es posible, llevar la serpiente (o al menos su cabeza) para que sea identificada y tratarla de manera correcta.

5-Quemaduras solares. Lo mejor es prevenir su aparición empleando medidas adecuadas. Si ya te has quemado, es importante diferenciar la intensidad de la quemadura. Si es leve (enrojecimiento) se recomienda aplicar compresas de agua fría, cremas hidratantes y, si molesta mucho, una crema de corticoides. Cuando la quemadura es más grave y se presentan ampollas, se debe acudir al médico de familia para que paute el tratamiento.

6-Zambullidas. Pueden producir lesiones de diferente gravedad, incluso daños medulares. Lo mejor sería no ejecutarlas porque el riesgo de accidente es alto. De manera preventiva, tirarse de pie sería menos dañino, pero no garantiza que no se presenten problemas. Evítalo.