Las vacaciones constituyen un momento placentero en el que podemos disfrutar de una manera diferente porque las exigencias se reducen y podemos desconectar. No es preciso renunciar a ello, pero es importante conocer los riesgos asociados y prevenir pequeños problemas de salud que pueden hacer que nuestras vacaciones se acaben de manera abrupta.

De marea general, los expertos señalan que, entre los problemas más frecuentes destacarían:

1-Insolación. Describe una serie de síntomas (mareos, inestabilidad y dolor de cabeza, fundamentalmente) que varían en función de la gravedad y se debe a una exposición prolongada e inadecuada al sol. Puedes evitarla si usas gorros o sombreros, bebes abundantes líquidos, no tomas el sol durante las horas centrales del día y no realizas ejercicio intenso. Si presentas algún síntoma, túmbate e hidrátate bebiendo agua. Si presentas quemaduras de poca importancia, aplica cremas hidratantes. Si las quemaduras son más graves, acude al médico.

2-Jet lag. Describe las alteraciones físicas y psicológicas asociadas al cambio rápido de franja horaria. Se presenta cansancio excesivo, alteración del ritmo de sueño y malestar general, que suelen remitir en 24 o 48 horas. Es más frecuente cuando se viaja hacia el este porque se produce una distorsión en nuestro reloj biológico y en el ciclo día-noche. Puedes mejorarlo si te adaptas a los horarios de comida y sueño del lugar de destino, intentas dormir durante el vuelo, bebes líquido abundante, comes ligeramente durante y después del viaje y evitas el consumo de alcohol.

3-Mal de altura. Se presenta cuando se asciende a más de 3000 metros de altitud. Los síntomas incluyen cansancio, náuseas, inapetencia, irritabilidad, alteraciones del sueño y dolor de cabeza. Puedes prevenir su aparición si realizas el ascenso de manera lenta y progresiva, no realizas un ejercicio muy intenso, sigues una dieta ligera en la que incluyes líquidos, frutas e hidratos de carbono, no consumes alcohol y procuraras descender para dormir. Si sufres hipotensión o problemas cardíacos, consulta al médico antes de iniciar este tipo de aventura.

4-Síndrome de la clase turista. Describe las alteraciones circulatorias producidas, especialmente en el avión, por permanecer inmóvil durante horas sometiendo a las piernas a una presión en continuada. Para evitarlo se recomienda emplear medias elásticas de compresión continua, estirar brazos y piernas en el asiento, levantar la punta del pie y mover los dedos, llevar ropa poco ceñida, no cruzar las piernas en el asiento, beber líquidos en abundancia y evitar el café y el alcohol.

Conocer en lo que consisten y la manera de prevenir su aparición o resolverlos si se presentan, puede ayudarte a disfrutar de tus vacaciones sin poner en riesgo tu salud o tener que pasar algunos de esos apreciados días con incómodos síntomas que pueden precisar atención médica.