El baile es un comportamiento humano universal asociado a rituales grupales ancestrales, una actividad motora que responde a sensaciones internas o a estímulos externos y se considera un sistema capaz de generar placer. Ha sido un reflejo de la manera en que el ser humano ha vivido sus experiencias emocionales, ...
El baile es un comportamiento humano universal asociado a rituales grupales ancestrales, una actividad motora que responde a sensaciones internas o a estímulos externos y se considera un sistema capaz de generar placer. Ha sido un reflejo de la manera en que el ser humano ha vivido sus experiencias emocionales, espirituales y religiosas, pues se han encontrado pinturas rupestres en las que ya se representaban personas bailando.
Cualquier persona de cualquier edad puede bailar durante horas en una fiesta sin sentir cansancio excesivo porque, durante el baile, se generan adrenalina y serotonina que actúan como activadoras. Realizar estos movimientos coordinados estimula el centro de recompensa cerebral y nos hace sentir bien.
Estos efectos positivos se producen también cuando actuamos como simples espectadores porque, cuando vemos bailar a otras personas, se activan las mismas zonas cerebrales. El mecanismo se asocia a la existencia de las denominadas neuronas espejo que nos provocan emociones cuando un bailarín ejecuta una danza que transmite sentimientos.
Existen personas que no bailan. Son aquellas que tienen dificultades para expresar o sentir emociones porque el baile es una forma de comunicación. Esos problemas de relación interpersonal también se ven reflejados en la incapacidad de disfrutar del movimiento rítmico que proporciona la danza.
La música y el ritmo constituyen un ejercicio muy completo porque consiguen que los diferentes sistemas cerebrales se coordinen y resultan eficientes. Los expertos señalan que bailar genera muchos beneficios al organismo entre los que destacarían:
1-A nivel cerebral aumenta el flujo sanguíneo, mejora la memoria, la concentración y el equilibrio y reduciría el riesgo de demencias en los ancianos. Algunos estudios señalan que bailar mejora la memoria operativa, las funciones ejecutivas y las capacidades multitarea.
2-Reduce el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, ayuda a reducir los niveles de colesterol y a controlar los niveles de azúcar en sangre y la tensión arterial.
3-Mejora la oxigenación del aparato respiratorio y aumenta la capacidad pulmonar.
4-Tonifica y reafirma la zona pélvica, los hombros, la espalda y los brazos.
5-Mejora la elasticidad de las piernas y favorece la circulación sanguínea y el retorno venoso.
6-A nivel psicológico activa los centros de placer, favorece el establecimiento de relaciones sociales positivas, reduce el aislamiento, genera bienestar psicológico, aumenta la motivación y la autoconfianza.
La implantación de la danzaterapia a mediados del siglo XX ha supuesto una novedad en el tratamiento de determinados problemas como el autismo, los problemas motores, la anorexia, la bulimia, la depresión o los problemas de pareja.
Se considera que el baile puede mejorar la autoimagen porque, la percepción del aspecto físico se relaciona con aspectos neurológicos, cognitivos y emocionales conscientes e inconscientes y la danza ayuda a reconocerlos y potenciarlos.
La expresión emocional también es física porque genera movimientos musculares de contracción y distensión corporal y expresiones faciales asociadas a lo que sentimos cuando disfrutamos de un baile.
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