La mayor exposición a la luz del sol y el contacto con el agua del mar y las piscinas pueden afectar a la salud visual. El contacto prolongado con el sol puede producir lesiones oculares y en los párpados. El contacto con la salitre, el cloro de la piscina y otros agentes contaminantes aumenta el riesgo de conjuntivitis, por ejemplo.

Los principales factores que alteran la salud de los ojos serían: el contacto prolongado y directo con la radiación solar, la menor humedad ambiental, el aire acondicionado, la contaminación del ambiente causada por partículas en suspensión debido a que llueve menos y el contacto con agentes contaminantes biológicos o químicos como el cloro.

Nuestras propias acciones tienen una enorme incidencia en la presentación de los problemas oculares en verano. La higiene es fundamental, especialmente si utilizas lentillas porque, en este caso, el efecto de los agentes ambientales contaminantes se multiplica, ya que las lentillas pueden actuar como reservorios de hongos y bacterias que causan infecciones.

Los expertos señalan que, entre los problemas oculares asociados a los agentes ambientales de mayor incidencia en verano destacarían:

1-Cataratas. Describe la formación de una zona nublada u opaca en el cristalino a través de la que no se puede ver.

2-Conjuntivitis. Inflamación o infección de la membrana que recubre el globo ocular (conjuntiva) y que suele ser contagiosa. Los síntomas serían irritación y picor ocular, aunque también se puede acompañar de secreciones. Cuando son causadas por virus, su capacidad de contagio es muy alta y los síntomas son más intensos (lagrimeo, fotofobia y secreción acuosa, entre otros) que suelen desaparecer con tratamiento en dos semanas y no dejan secuelas.

3-Degeneración macular. Es una enfermedad de la retina que afecta a la mácula y que provoca pérdida de visión.

4-Pinguela y pterigion. Proliferación celular que afecta a la conjuntiva. Si se extiende a la córnea se denomina pterigion.

5-Queratitis. Es una úlcera abierta que provoca mucho dolor y se localiza en la capa externa de la córnea.

6-Sequedad ocular. El ambiente reseco por la elevada temperatura ambiental y el aire acondicionado provoca esta incómoda sensación de tener "arenillas en los ojos". Es posible prevenirla empleando suero fisiológico y lágrima artificial, por ejemplo.

7-Traumatismos. Vivir al aire libre y practicar ejercicio puede provocar que se sufran golpes en los ojos. Es el momento que se aprovecha para jugar al tenis o al golf, por ejemplo, lo que incrementa la posibilidad de traumatismo accidental.

Es fundamental proteger los ojos en verano. Utilizar gafas homologadas, pamelas o viseras y evitar la exposición excesiva y en los momentos de mayor incidencia son medidas preventivas que pueden reducir la aparición de estos problemas. Ante cualquier síntoma anómalo, acude a tu médico y sigue sus indicaciones.