La nevera, el horno o pequeños electrodomésticos como la sandwichera, el exprimidor o la cafetera requieren un mantenimiento frecuente porque con el tiempo y el uso no son ajenos al desgaste ni a la acumulación de polvo y suciedad. Sin ir más lejos a las paredes interiores del cajetín de la lavadora se adhieren los restos de detergente y suavizante, el filtro puede acumular agua y el tambor puede llegar a manchar tus prendas durante la colada si este no está bien limpio. Y si no está libre de suciedad en todo en su conjunto puede producir malos olores.

Lo primero en lo que nos centraremos es en la parte superior del aparato, en el cajetín, extráelo con cuidado, quítale las piezas que pudiese tener y colócalo en el fregadero. Mójalo con agua tibia, echa un poco de lavavajillas, ayúdate de un cepillo para poder acceder con facilidad a las ranuras y dale con un bayeta o una esponja. Cuando veas que están todos los compartimentos limpios, acláralos y ponlos a secar. En el hueco de lavadora en el que va colocado este elemento verás que también puede estar sucio, coge una bayeta, humedécela y echa un chorrito de vinagre sobre ella, así acabarás con los malos olores. Hay quien cambia este producto por un líquido quitagrasas. Aclara y seca.

Seguidamente, nos ponemos con el filtro. Este suele estar situado en la parte inferior izquierda. Retira la tapa externa, coge un recipiente pequeño y colócalo debajo porque una vez que gires la rueda comenzará a brotar agua. Repite la operación de antes, ponlo en la pileta, vierte un poco de agua tibia y jabón líquido lavaplatos sobre él y ve turnándote entre un cepillo y una esponja con jabón para acabar con los restos. En el momento en que compruebes que está limpio, enjuaga y sécalo al aire. Aprovecha para limpiar el comportamiento en el que va situado esta pieza con un trapo humedecido en vinagre.

Ahora le toca el turno a uno de los espacios un tanto conflictivos: la goma de la puerta. Esta junto con el cajetín, suele ser la más sufrida porque son una de las zonas más expuestas, pueden quedar atrapadas pelusas de la ropa, pelos y se llena de moho, llegando a ensuciar y a traspasarle el mal olor a las prendas. Pero tranquila, hay solución y no es nada descabellada. En el videotutorial de Pepa Tabero lo resuelven de la siguiente manera: vinagre blanco, lejía especial para lavadoras, una cucharadita de detergente, una bayeta o toalla pequeña. Coge unos guantes, comienza poniendo el trapo enrollado dentro de la goma, empápalo en lejía y déjalo reposar para que se ablande la suciedad. La experta aprovecha el tiempo de espera para limpiar otras zonas de lavadora, como el cajetín. Después, con la misma bayeta que había dejado a reposar, pásala por el resto de la goma. Luego métela dentro del tambor junto con un poco de detergente. Pon en marcha un programa largo a 60ºC sin centrifugado. Abre el cajetín y añade medio litro de vinagre. Por último, abre la puerta del aparato y deja que se airee.

FOTO PRINCIPAL.: Foto de RDNE Stock project.