La muestra `Top secret. Cine y espionaje´ llega a CaixaForum Madrid y allí permanecerá hasta el 22 de octubre, después de aterrizar en la capital continuará con su recorrido y recalará en CaixaForum Barcelona, Zaragoza, Sevilla, y Valencia. Ha sido organizada mano a mano por la Fundación "la Caixa" y La Cinémathèque française y abarca desde finales del s.XlX hasta la actualidad a lo largo de 270 piezas y clips de 90 películas. Esta aparece dividida en cinco bloques diferentes para reflejar "la historia inédita de los vínculos entre cine y espionaje: entre el oficio de actor/actriz y la figura del o la espía (el disfraz, el ocultamiento, el juego); entre la ficción y los hechos históricos; entre los elementos de attrezzo, los gadgets y la tecnología desplegada por los verdaderos agentes de los servicios de inteligencia…", tal y como indican Alexandra Midal y Matthieu Orléan, comisarios de la exposición.

En ella podemos ver como la tarea del espionaje también se escribía en femenino, de la mano de Mata Hari, una bailarina que ejercía como espía y que tuvo la mala suerte de ser "condenada a muerte presuntamente labores de espionaje a favor del enemigo alemán durante la Primera Guerra Mundial", explican en la nota de prensa. O como el archiconocido James Bond combinaba sus dotes de hombre encantador con las de agente secreto. Se pueden visualizar tde películas que giran en torno a este personaje de ficción, vestimentas, fotos y hasta algún que otro complemento empleado en la saga. Además, se exhiben algunos de los outfits más significativos que utilizaban los agentes para pasar desapercibidos y meterse en el papel. Otro de los bloques temáticos es aquel dedicado a la época de los 70 hasta la actualidad, en el que se representa una "evolución del contexto geopolítico, con un cine más ambiguo y comprometido", exponen. En este apartado se exhiben "numerosos fragmentos de películas y de series, accesorios, trajes, fotografías, así como unas litografías de David Lynch que reflejan un espionaje que se ha vuelto caótico", informan.

Por su parte, el último de los bloques nos invita a la reflexión, puesto que con los avances tecnológicos y la irrupción de la inteligencia artificial "todos podemos ser espías y todos somos espiados", apuntan. En los tiempos que corren, la población tiene acceso a "las herramientas para espiar, recoger información, exponerla, denunciar, vigilar o tender una trampa a los sistemas de vigilancia del Estado", manifiestan.

Entre los objetos expuestos se puede ver "una estación de reprografía usada por agentes de la KGB", artículos tan curiosos como unos "falsos vinilos hechos con radiografías que permitían transmitir música y mensajes" o algunos accesorios que se utilizaron en las películas de espías, como es el caso del "cocodrilo submarino en el que se ocultó James Bond", entre otros.

FOTO PRINCIPAL.: Imagen extraída del perfil de Twitter de CaixaForum.