El ácido fólico se encuentra en alta proporción en las hojas verdes de las verduras. Su nombre proviene de la palabra latina folium, que significa "hoja". Se denomina así porque el primer alimento en el que se descubrió fue en las hojas de espinaca, aunque después se ha comprobado que ...
El ácido fólico se encuentra en alta proporción en las hojas verdes de las verduras. Su nombre proviene de la palabra latina folium, que significa "hoja". Se denomina así porque el primer alimento en el que se descubrió fue en las hojas de espinaca, aunque después se ha comprobado que también abunda en las legumbres, la yema de huevo y las pipas de girasol, entre otros alimentos de consumo habitual.
El ácido fólico debería estar presente en la dieta habitual porque su función es vital para el organismo. Los expertos señalan que, entre sus funciones, destacarían:
1-Previene la aparición de malformaciones fetales, por lo que a las mujeres se les receta ácido fólico antes de la posible concepción y durante el primer trimestre de embarazo.
2-Participa en la producción de nuevas células, sobre todo de glóbulos blancos y rojos.
3-Resulta imprescindible para metabolizar aminoácidos (especialmente glicina y metionina).
4-Se considera fundamental para la absorción de hidratos de carbono.
5-Interviene en la formación de anticuerpos para defender al organismo de las infecciones.
6-Participa en la formación de neurotransmisores como la serotonina y la noradrenalina.
Un nivel bajo de ácido fólico puede favorecer la aparición de diversos trastornos. Se asocia al padecimiento de problemas respiratorios, ansiedad, depresión, trastornos digestivos y fatiga, entre otros. Es importante incluir en la dieta alimentos ricos en ácido fólico que garanticen el mantenimiento de niveles adecuados que garanticen la funcionalidad del organismo.
La dosis diaria recomendada para la mayoría de la población oscila entre los 200 y los 300 microgramos al día. En cuanto a las necesidades de ácido fólico por grupos de edad destacaría que las personas que consumen cantidades elevadas de alcohol, las fumadoras, las que presentan problemas inmunitarios o digestivos, las personas mayores y las que consumen un exceso de vitamina C, deben aumentar su consumo. A las mujeres que planifican un embarazo o que están en su primer trimestre de gestación se les recomienda una dosis diaria suplementaria de ácido fólico de unos 400 microgramos al día. En ningún caso se recomienda la suplementación salvo indicación médica porque una dosis superior a la necesaria puede interferir en la absorción del cinc.
De manera general, mediante la alimentación y la adecuada asimilación en el organismo es posible lograr alcanzar el nivel adecuado de ácido fólico para prevenir los trastornos asociados a su déficit. También es importante lograr un equilibrio del ácido fólico con el resto de vitaminas porque funciona conjuntamente con la vitamina C (si se consumen dosis adecuadas) y la vitamina B12, para facilitar la digestión y síntesis de proteínas, lo que se consigue fácilmente siguiendo una dieta variada y equilibrada.
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