Aunque desde Hospital Capilar, corporación especializada en el sector capilar, reconocen que "llevar la cabeza rapada está siendo una tendencia cada vez más usual en la actualidad" y que es posible que alguna personas recurran a ella para "disimular una ausencia parcial o total de pelo, generalmente causada por algún ...
Aunque desde Hospital Capilar, corporación especializada en el sector capilar, reconocen que "llevar la cabeza rapada está siendo una tendencia cada vez más usual en la actualidad" y que es posible que alguna personas recurran a ella para "disimular una ausencia parcial o total de pelo, generalmente causada por algún tipo de alopecia, o bien por decisión propia por una mera cuestión estética", esta práctica puede traer consigo una serie de riesgos, ya que "la piel del cuero cabelludo queda más expuesta y es más propensa a sufrir deshidratación, descamación o quemaduras".
Según los expertos de la clínica Hospital Capilar: "el cuero cabelludo corresponde a una estructura especializada que recubre el cráneo, actuando como una barrera física y térmica de protección, y a unos 4 mm de profundidad, alberga una gran cantidad de unidades pilosebáceas, unas estructuras que aportan grosor a la piel y sirven como amortiguación. Por ello, a la hora de raparte, hay que tener en cuenta, tanto en el caso de hombres como mujeres, que la cabeza ya no dispone de la protección que otorga el cabello, por lo que es necesario llevar a cabo unas pautas básicas y usar unos productos específicos para un cuidado óptimo".
De este modo, aclaran que en lo que respecta a las "personas con calvicie se produce una pérdida de las unidades foliculares, lo cual puede ir atrofiando el cuero cabelludo y generar un adelgazamiento del espesor del mismo", mientras que cuando se opta por "rapar el cabello no se cambia la estructura ni la genética de las unidades pilosebáceas, por lo que, en consecuencia, el cuero cabelludo mantiene el mismo grosor". Pero aseguran que, independientemente de uno u otro caso, "se pierde la protección natural que brinda el pelo, por lo que esta zona estará más expuesta a factores externos que pueden agredir el cuero cabelludo, como ocurre con la contaminación ambiental o la exposición solar continua y directa que, además, se ve incrementada durante los meses de verano, siendo necesaria una mayor hidratación que en otras épocas del año".
Consideran que esta zona es más sensible y que está en contacto directo con los factores externos que pueden alterar el cuero cabelludo: "La piel de la cabeza se irrita con más facilidad que la del resto del cuerpo y, además, se encuentra expuesta a factores como los cambios hormonales o el envejecimiento, que nos predisponen aún más al daño del cuero cabelludo en cabezas rapadas o calvas. El sol, por su parte, puede generar lesiones como queratosis actínicas o carcinomas de tipo basocelular o espinocelular, frecuentes en la cara, así como otros riesgos como irritación, eritemas o heridas en el cuero cabelludo al pasar con frecuencia la maquinilla, especialmente en pieles sensibles".
¿Cómo lograr que la cabeza rapada sea sinónimo de saludable?
Los expertos de Hospital Capilar aseguran que hay que prestar especial atención a la higiene capilar porque esta es una "zona más sensible de lo habitual" porque "las glándulas sebáceas seguirán generando grasa y, además, la ausencia de pelo hará que el cuero cabelludo se endurezca más fácilmente". Es por eso que se aconseja poner en práctica cuatro recomendaciones para que esta parte el cuero cabelludo goce en salud y "se encuentre más equilibrado y limpio, pudiendo crecer, en consecuencia, más fuerte y sano", explican.
A continuación, detallan una a una las pautas a seguir: