Cambia tu rutina de belleza para proteger tu piel durante el verano

Es tiempo de descansar, desconectar, disfrutar del aire libre, pero también de cuidarse. Haz un descanso entre la playa, la piscina o tus tardes de terraceo para hidratar y proteger tu piel. Los expertos de Nutritienda te echan una mano para lograrlo.

09/07/2023

El verano, una de las épocas más ansiadas por algunos, ya está aquí. Es hora de descansar, viajar, explorar nuevos lugares, disfrutar del aire libre, tomar el sol, ir a la playa o la piscina, comer en una terraza o disfrutar de la compañía de familiares y amigos en el ...

El verano, una de las épocas más ansiadas por algunos, ya está aquí. Es hora de descansar, viajar, explorar nuevos lugares, disfrutar del aire libre, tomar el sol, ir a la playa o la piscina, comer en una terraza o disfrutar de la compañía de familiares y amigos en el exterior. Sin embargo, "la luz solar, la sal del agua de la playa y el cloro de la piscina pueden llegar a dañar la piel, que está más expuesta". De este modo, y con el fin de "mantenerla hidratada y sana en las vacaciones, hace falta modificar un poco la rutina de belleza habitual", aconsejan desde www.nutritienda.com, la empresa online especializada en productos de salud y belleza, así que ya sabes, saca un hueco entre tus quehaceres y periodos de descanso para mimarla.

Pero antes de pasar a la acción, conviene entender de qué forma nos afectan el sol, la sal y el cloro a nuestra piel. Los expertos de Nutritienda resumen en tres puntos:

1. Los efectos del sol: La luz del sol tiene múltiples beneficios, pues contribuye a que el organismo produzca vitamina D. Sin embargo, estar mucho tiempo bajo la luz solar puede llegar a ser nocivo. La luz solar es un espectro de varios rayos diferentes: la luz visible, la luz ultravioleta y la luz infrarroja. La luz ultravioleta o UV es la que puede causar daños en la piel, ya que interactúa con las células cutáneas y genera radicales libres. Los radicales libres son moléculas de oxígeno que se liberan en el organismo de forma natural; pero, en exceso, son los causantes de las lesiones cutáneas (manchas, arrugas...) y del envejecimiento de las células.

El organismo es capaz de neutralizar cierto número de radicales libres para que no causen daño. Si hay demasiados por el efecto del sol, será necesario ayudar al cuerpo a eliminarlos con antioxidantes, sustancias naturales que previenen y retrasan el envejecimiento.

2. Los efectos del cloro: El cloro es un elemento químico que se utiliza para desinfectar y purificar el agua de las piscinas. Su función es acabar con virus, bacterias y otros parásitos. Si se añade en las cantidades adecuadas a la piscina, no supone un riesgo para las personas, pero aun así afecta a la piel. El cloro la reseca y la deshidrata, al tiempo que también deja el pelo áspero y sin brillo.

3. Los efectos del agua del mar: El agua del mar es rica en cloruro de sodio y otros elementos químicos, como el magnesio, el potasio o el calcio. Por eso, tiene efectos antiinflamatorios y bactericidas que ayudan a cicatrizar y curar pequeños cortes y heridas. Además, la sal actúa como un exfoliante suave, similar a un peeling superficial: elimina las células muertas y las impurezas que se acumulan en la piel. Ese efecto exfoliante es beneficioso para tratar ciertas enfermedades cutáneas, como la psoriasis.

No obstante, la sal que hay en el agua también puede irritar la piel y las zonas con mucosas (como la nariz o la boca), al tiempo que la reseca y la deshidrata. Por ello, es necesario reforzar la hidratación después del baño.

Y en nuestra mano está hacer lo posible para "reducir los efectos dañinos del verano en la piel". Aunque algunos de sus consejos expuestos por Nutritienda.com valdrían para cualquier época del año, son especialmente recomendables para "los meses de calor", comentan. Hacen hincapié en la necesidad de proteger la piel de los rayos ultravioleta aplicando protector solar con frecuencia, incorporar a las rutinas de higiene geles de ducha suaves, que ayuden a hidratar nuestro cuerpo, usar aftersun, inciden también en la limpieza, exfoliación y en la alimentación. De este modo, sus recomendaciones pasan por:

Reaplicar con cierta frecuencia el protector solar
Los expertos de Nutritienda.com explican que los "fotoprotectores crean una barrera protectora entre la piel y los rayos ultravioleta del sol. La mayoría de estos productos tienen filtros minerales que reflejan la luz ultravioleta y filtros químicos que absorben la luz para que la piel no sufra daño. La radiación solar traspasa también las nubes, por lo que debemos protegernos incluso aunque no haga sol".

Advierten de que "el roce de la ropa, el sudor o la arena reducen la efectividad de la crema solar. Por eso, se debe reaplicar con frecuencia (cada 2 horas, más o menos) y siempre después del baño, en cuerpo y rostro. Igualmente, es imprescindible que tengan filtros UV, para que protejan de los dos tipos de rayos ultravioleta dañinos: los rayos UVA y los rayos UVB".

Recupera la hidratación perdida
"Después de pasar un día en la playa, tomando el sol o bañándonos en la piscina, hay que ducharse para eliminar los restos de sal, arena, cloro o protector solar. Al mismo tiempo, la ducha ayudará a la piel a recuperar la hidratación perdida si se usan los productos adecuados. Así pues, es la época perfecta para usar un gel de ducha suave y con propiedades emolientes (por ejemplo, enriquecido con aceite de almendra o de jojoba)", aconsejan.

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Cambia la crema hidratante por un aftersun
Una vez que salgas de la ducha, aplícate un aftersun, ya que te ayudará a "hidratar en profundidad, pero también para calmar y regenerar la piel que ha estado expuesta al sol" y a "combatir los efectos de los radicales libres para prevenir el envejecimiento", así como también "regular la temperatura, dar una sensación de frescor muy agradable, prolongar el bronceado, etc.", aseguran. Aconsejan repetir el proceso a la mañana siguiente.

Limpieza facial de día y también de noche
Según exponen en en Nutritienda.com, "durante el día y mientras dormimos, la piel acumula suciedad y residuos que obstruyen los poros, y en verano aún más por el sudor", y con el objetivo de que "el resto de los productos penetre bien, es indispensable partir de un rostro limpio". Tras la limpieza es conveniente aplicar un "tónico, el sérum, la crema hidratante y, si es de día, el protector solar", aclaran.

En la alimentación está la clave
Para hacer frente a los "radicales libres, que se activan con la luz solar, hay que añadir antioxidantes a nuestra dieta, así como incorporarlos en la rutina de belleza con productos enriquecidos", indican. Estos están presentes en alimentos como "el brócoli, el tomate, el cacao o los frutos secos", ponen como ejemplo.

"Uno de los antioxidantes más famosos es la vitamina C, pero no es el único. También la coenzima Q10 es un potente antioxidante y contribuye a la regeneración de la piel y a mejorar su elasticidad y firmeza. Existen muchos productos enriquecidos con estos nutrientes, como sérums o cremas faciales", añaden.

Exfoliación para aportar un aire renovado a la piel
Gracias a la exfoliación se consigue acabar con los "restos de células muertas, ya que las células cutáneas se renuevan cada 28 días. Pero, además, exfoliar estimula la circulación para ayudar con la renovación celular", señalan.

Aconsejan prestar especial atención a las pieles más secas, puesto que la personas que tengan este tipo de piel "deben evitar exfoliar el rostro más de una vez al mes, ya que es un proceso que fatiga ligeramente la piel. En cambio, las pieles grasas pueden hacerlo hasta dos veces por semana".

"En verano, la exfoliación es un proceso imprescindible para conseguir un bronceado uniforme. Consigue unificar la superficie de la piel, para que no haya zonas más pigmentadas o con descamaciones. Por ello, también debe hacerse en todo el cuerpo", recuerdan desde la plataforma. El momento idóneo para exfoliar la piel debe ser por la noche, "para dejar que la piel descanse y se recupere durante las horas de sueño. Además, no es recomendable exponerse al sol justo después de exfoliarse, ya que la piel se encuentra más sensible", inciden.

Para concluir, Noelia Suárez, directora de comunicación de Nutritienda.com, hace hincapié en la necesidad de realizar alguna modificación que otra en nuestra rutina de belleza en la época estival para proteger la piel ante posibles enfermedades y luchar en contra del envejecimiento prematuro: "En verano la piel sufre mucho. Desde Nutritienda recomendamos hacer algunos pequeños cambios en la rutina para protegerla, especialmente del sol. El motivo principal es prevenir enfermedades graves, como el cáncer de piel, que se diagnostica cada año a 5000 personas, y el 80% se debe a una exposición excesiva al sol. Pero también es importante cambiar un poco la rutina para evitar otros efectos, como el envejecimiento prematuro. En verano hay que reforzar la protección frente a los rayos ultravioletas y, por supuesto, combatir la acción de los radicales libres con productos que incorporen antioxidantes como vitamina C, vitamina E o la coenzima Q10".

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