Los expertos señalan que ciertas características personales, creencias, valores, estrategias de control y afrontamiento y emociones, entre otros factores, se asociarían a la existencia de problemas psicológicos en la población general. No significa que presentarlas suponga padecerlos, simplemente implicaría que estas características se asocian a su existencia. Destacarían:

1-Evitacion experiencial. Describe la evitación de ciertos eventos privados que resultan desagradables y supone una falta de apertura a la experiencia presente e impide actuar según valores personales. Evitar sentirse mal es difícil e intentar solucionar un problema evitándolo hace que el problema se extienda y genere más limitaciones.

2-Intolerancia a la incertidumbre. Sería la tendencia a reaccionar negativamente a situaciones (normales) que son percibidas como inciertas, tratando de evitarlas. Se relaciona con la sensibilidad a la ansiedad, la ansiedad anticipatoria y la inhibición ansiosa.

3-Sensibilidad a la ansiedad. Puede describirse como el miedo a las sensaciones internas de ansiedad o activación relacionado con la creencia de que estas señales implican peligro o consecuencias temidas. Esta variable resultaría común a los trastornos emocionales, a los relacionados con el sueño y al trastorno de pánico, por ejemplo.

4-Perfeccionismo. Un perfeccionismo muy elevado incrementa la vulnerabilidad a ciertos trastornos (alimentarios, de ansiedad y depresivos, entre otros) y predice una baja respuesta al tratamiento.

5-Afecto negativo. Presente en varios problemas psicológicos y emocionales. Un nivel elevado de afectividad negativa genera vulnerabilidad para los trastornos de ansiedad y depresivos.

6-Rumiacion. Es una forma de razonamiento hiperreflexivo con pensamientos repetitivos y persistentes sobre sucesos vividos (errores, conflictos y fracasos, entre otros) que provocan un estado de ánimo negativo. Favorece la existencia de síntomas depresivos y de ansiedad. Las personas que presentan rumiaciones y autofocalizaciones tienen mayor probabilidad de sentir y pensar negativamente tras experimentar algún suceso perturbador. Se asocia a las interacciones sociales por lo que puede mejorarse desde la infancia, lo que resulta relevante en promoción de la salud mental.

7-Control de la ira. La ira es una emoción básica y su falta de control está presente como síntoma en varios trastornos, por lo que los problemas de manejo de la ira son frecuentes en la práctica clínica. Se relaciona con conductas agresivas, problemas de pareja, patologías coronarias, mal funcionamiento psicosocial, baja adherencia a los tratamientos y mala respuesta terapéutica.

8-Intrusiones mentales. Sucesos cognitivos recurrentes que interfieren con la actividad del afectado, consumiendo gran parte de sus recursos atencionales. Los intentos de control o evitación de las intrusiones mentales por parte del sujeto se asocian a mayor gravedad, cronicidad y comorbilidad.

9-La hiperreflexividad. Se describe como una forma de autoconciencia intensificada en la que algunos aspectos prerreflexivos se transforman en objetos de experiencia y provoca que dejen de ser automáticas ciertas actividades rutinarias.