El verano ya está llegando a su pleno apogeo, y por ello resulta imprescindible incorporar algunos hábitos en nuestra rutina de entrenamiento para evitar cualquier malestar corporal que dificulte la práctica deportiva o ...
El verano ya está llegando a su pleno apogeo, y por ello resulta imprescindible incorporar algunos hábitos en nuestra rutina de entrenamiento para evitar cualquier malestar corporal que dificulte la práctica deportiva o nos pueda ocasionas cualquier molestia. Por este motivo, es fundamental comprender que ocurre en nuestro organismo cuando entrenamos con una temperatura ambiental elevada como es el calor propio del verano.
Durante la actividad física la temperatura corporal aumenta debido al calor que desprenden las contracciones musculares. Este incremento de temperatura es compensado por acciones termorreguladoras del cuerpo como la sudoración o el aumento de riego sanguíneo hacia la piel para frenar y reducir este calor. Entrenando en verano y con el ambiente a altas temperaturas, también se pueden dar situaciones de deshidratación que provoquen cambios fisiológicos y problemas en el cuerpo como mareos u otros riesgos más graves para la salud. Por este motivo, es fundamental seguir algunas pautas para evitar que el cuerpo llegue a un límite que resulte problemático para el bienestar del organismo.
Conscientes de ello, el equipo de expertos del Área fitness de Club Metropolitan te proponen algunas mediadas a seguir para entrenar en verano sin sufrir ningún riesgo:
En conclusión, y para evitar malos tragos durante nuestros entrenamientos en verano en caso de que no se pueda regular la temperatura, como premisa general, lo mejor es adecuar el tipo de actividad física a realizar según la temperatura que haya en el espacio en el que se practique. A su vez, cualquier actividad que no nos suponga estar al límite, es una buena alternativa: yoga, senderismo, patinaje, pádel, tenis… así como escoger espacios frescos, ventilados, sin que nos dé el sol directo y sin exceso de humedad en el aire. Esto es más sencillo de controlar si hacemos deporte al aire libre, pero si lo hacemos en el centro deportivo, son puntos importantes para tener en cuenta.
Finalmente, los deportes acuáticos son, sin duda, una de las mejores alternativas para ejercitar en verano. No solo mantendremos nuestra temperatura corporal baja, sino que nos divertiremos y hasta podremos practicarlos estando de vacaciones, por ejemplo.