Una de las reglas más utilizadas es la regla del 50/30/20. Esta regla divide tu nómina en tres categorías principales: necesidades, deseos y ahorros. Según esta regla, el 50% de tus ingresos debe ...
El siguiente 30% se asigna a tus deseos y preferencias personales. Aquí es donde puedes disfrutar de pequeños lujos y placeres, como salir a cenar, ir al cine o comprar ropa nueva. Este porcentaje te permite disfrutar de la vida sin comprometer tus objetivos financieros a largo plazo.
El último 20% se reserva para el ahorro y la inversión. Debes utilizarlo para crear un fondo de emergencia que te proteja en tiempos difíciles, y una vez creado, para invertir en opciones que te generen mayores rendimientos a largo plazo, como fondos de inversión, por ejemplo.
El siguiente 30% se asigna a operaciones financieras que te ayuden a mejorar tu rentabilidad a medio y largo plazo. Esto implica invertir en instrumentos financieros como acciones o bonos. Al hacerlo, puedes hacer crecer tu dinero y asegurar un futuro financiero más sólido.
El 20% se reserva en una cuenta corriente para crear un colchón de emergencia. Este fondo de seguridad te brinda tranquilidad en caso de que ocurran situaciones inesperadas, como una enfermedad repentina o la pérdida de empleo. Es fundamental tener un respaldo financiero que te permita superar estos obstáculos sin caer en dificultades económicas.
A continuación, el 10% se destina a gastos discrecionales. Este porcentaje te permite darte pequeños caprichos y disfrutar de las cosas que te brindan felicidad. Ya sea un viaje, una cena especial o cualquier otro pasatiempo que disfrutes,
El 20% de tus ingresos al ahorro e inversión. Destinas este dinero a un fondo de emergencia, ahorros a largo plazo y a inversiones que te generen beneficios económicos en el futuro.
Por último, el 10% restante se destina al ocio y la diversión. Es importante recordar que el disfrute también forma parte de una vida equilibrada, y destinar un porcentaje de tus ingresos a ello te ayuda a mantener una actitud positiva hacia tus finanzas.
Estas reglas son una estrategia flexible que se adapta a las necesidades y prioridades individuales. Puedes ajustar los porcentajes según tus circunstancias personales y metas financieras. Lo fundamental es mantener un equilibrio entre tus gastos básicos, el ahorro para el futuro y el disfrute del presente.
Al seguirlas, estarás estableciendo una base sólida para administrar tus finanzas de manera responsable y lograr una mayor estabilidad económica a largo plazo. Recuerda que la disciplina y la consistencia son clave para alcanzar tus objetivos financieros y disfrutar de una vida plena y equilibrada.
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