Las personas ansiosas describen síntomas diversos porque somatizan su ansiedad de manera diferente: insomnio, nerviosismo, cefaleas, dolor de estómago, mareos e hipertensión, entre otros. Si presentas síntomas de ansiedad que reducen tu calidad de vida, acude al médico, quien te prescribirá en caso necesario el ansiolítico adecuado a tu situación (normalmente una benzodiacepina), pero no creas que se pueden tomar para aliviar la tensión producida por un problema puntual.

Para lograr el efecto deseado y no padecer contraindicaciones, los expertos aportan una serie de recomendaciones para la correcta administración de ansiolíticos:

1-El médico es el único capacitado para prescribirlos y pautarlos. No debes seguir el consejo de otras personas que los están tomando y te los recomienden porque a ellos les funcionan.

2-Sólo se permite la dispensación con receta. El farmacéutico no te los dará salvo que tengas la prescripción del médico y es probable que te pida el DNI cuando los solicites.

3-Las normas que te ha dado el médico deben ser cumplidas sin ninguna modificación: el horario, el intervalo entre las dosis, la cantidad a ingerir, el tiempo de consumo, su combinación con otros fármacos o lo que sea.

4-La dosis no puede incrementarse sin indicación previa del médico aunque no obtengas los resultados que esperabas cuando iniciaste su consumo. El efecto deseado suele tardar unos días en producirse y aumentar la cantidad ingerida no va a reducir ese tiempo, pudiendo causarte una peligrosa sobredosis. Tampoco es posible duplicar la dosis si has olvidado tomar la anterior.

5-No dejes de tomarlos sin consultar al médico porque es preciso retirarlos gradualmente para evitar el síndrome de abstinencia. No los necesitarás para siempre. Lo normal es que, en pocos meses, el médico te los retire.

6-Los efectos puedes leerlos en el prospecto que los acompaña pero, ante cualquier duda, consulta al farmacéutico. Si se presenta alguna reacción extraña, acude al médico.

7-No se recomienda el consumo conjunto de bebidas alcohólicas porque potencian el efecto sedante de las benzodiacepinas, tampoco drogas ilegales para evitar reacciones cruzadas que pueden resultar muy peligrosas, no mezcles medicamentos sin orden del especialista pues es el único que sabe lo que te conviene y no consumas sustancias naturales porque pueden potenciar la acción del ansiolítico (valeriana) o reducirla (ginseng).

8-Puedes sufrir pequeños percances (como golpes o caídas) por la disminución de tus reflejos. Evita conducir o manejar maquinaria si te sientes insegura o percibes que tus capacidades están reducidas.

Los ansiolíticos alivian los síntomas padecidos por las personas ansiosas, pero no actúan sobre la causa que los produce. Para lograrlo, es preciso cambiar tu estilo de vida, enfrentarte a los problemas de manera optimista, no adelantar acontecimientos negativos, organizarte para no mezclar conflictos y buscar ayuda profesional.