La inflamación que caracteriza la colitis ulcerosa se produce en la capa interior de la pared y se localiza en el intestino grueso o colon. En la enfermedad de Crohn se ve afectada toda la pared y se localiza en el íleon o parte final del intestino delgado, aunque también ...
La inflamación que caracteriza la colitis ulcerosa se produce en la capa interior de la pared y se localiza en el intestino grueso o colon. En la enfermedad de Crohn se ve afectada toda la pared y se localiza en el íleon o parte final del intestino delgado, aunque también puede presentarse en el intestino grueso, estómago, esófago, boca o ano.
El cuerpo humano presenta un sistema de defensa, el sistema inmunológico, que reacciona y defiende al organismo ante el ataque de agentes agresores externos. En los afectados por Crohn y colitis ulcerosa, este sistema defensivo reacciona mal y ataca a la propia pared del tubo digestivo, provocando las lesiones inflamatorias. Aunque las causas son múltiples, muchos expertos señalan que existe una relación directa entre el estrés y las alteraciones en el funcionamiento del sistema de defensa del organismo. Muchos brotes de la enfermedad vienen precedidos de situaciones estresantes.
A pesar de que son muchos y variados los síntomas que pueden aparecer en las enfermedades inflamatorias intestinales, los expertos señalan que los más característicos y comunes serían:
1-Diarrea. En la colitis ulcerosa la diarrea suele ir acompañada de pérdidas de sangre, pus o mocos. En la enfermedad de Crohn no suele suceder.
2-Dolor abdominal. La intensidad de dolor dependerá de la gravedad y localización de las lesiones. De manera general, suele agravarse después de comer.
3-Fiebre. Normalmente es baja 38º, aunque puede alcanzar los 40º si la enfermedad se complica.
Cualquier síntoma debe ser consultado a tu médico. No duces en preguntarle todo lo que te angustie y te preocupe. En ocasiones existen falsas creencias que generan ansiedad que tiende a disminuir cuando se obtiene una información adecuada.
Los síntomas se consideran una experiencia compleja y multidimensional (no una simple sensación), en la que influyen aspectos físicos, emocionales y mentales, que forman, en conjunto, la experiencia de la enfermedad. Algunos expertos señalan que son tres los factores que definen la experiencia del dolor:
-Factores físicos, referidos a los aspectos sensoriales del dolor, es decir, dónde y cuánto duele el problema.
-Factores emocionales, centrados en los aspectos emocionales que se relacionan con el dolor, es decir, ansiedad, nerviosismo, depresión y preocupación, entre otros.
-Factores mentales o cognitivos, asociados a los pensamientos, la atención, la interpretación y las expectativas, por ejemplo, que se generan cuando se siente dolor.
La percepción de los síntomas no va a depender sólo de las sensaciones físicas percibidas. Los factores psicológicos también van a estar presentes cuando valores tu enfermedad. De ahí la importancia de aprender a vivir la experiencia de la enfermedad inflamatoria intestinal de una manera menos angustiosa, agobiante, incapacitante y desadaptativa. Entenderlo así e incidir en su tratamiento provocará una mejoría de los síntomas.
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