Los minerales imprescindibles para tu organismo se clasifican en macrominerales (incluyen calcio, fósforo, magnesio, sodio, potasio, cloro y azufre) y oligoelementos (entre los que se incluyen hierro, manganeso, cobre, yodo, cinc, cobalto, flúor y selenio). Aunque ambos grupos son imprescindibles para el organismo, se necesita mayor cantidad de macrominerales que de oligoelementos.

Los especialistas coinciden en que estos compuestos resultan imprescindibles para mantener el buen funcionamiento del organismo y prevenir la aparición de ciertas patologías. Destacarían:

1-Calcio, este macromineral interviene en el proceso de coagulación de la sangre, en la transmisión de impulsos nerviosos, en el mantenimiento de la integridad de las membranas celulares, en la imprescindible activación enzimática presente en reacciones de secreción hormonal, en la actuación de las hormonas y aporta rigidez y fortaleza a huesos, dientes y encías, entre otras funciones. Abunda en leche y derivados, legumbres, pescados, mariscos, huevos, espinacas y frutos secos, especialmente.

Es preciso combinar su consumo con la presencia de vitamina D, porque regula la absorción de calcio y resulta imprescindible para que el calcio ingerido sea absorbido y transportado adecuadamente en el organismo. Puedes conseguirla mediante exposición solar e incluyendo en tu dieta diaria lácteos, yema de huevos, aceites de hígado de pescado y cereales enriquecidos, por ejemplo.

2-Hierro, es un oligoelemento imprescindible para el transporte de oxígeno en la hemoglobina de los glóbulos rojos. Presente en carnes rojas, legumbres, frutos secos, yema de huevo y cereales enriquecidos, entre otros. Su absorción se ve reducida por el consumo de café, té, cola y otros alimentos. La falta de hierro en el organismo provoca mala síntesis de proteínas, deficiencia inmunitaria y anemia, por ejemplo. A pesar de que no existe un acuerdo absoluto, los especialistas consideran que la vitamina C es imprescindible para su absorción y la vitamina A favorece su permanencia en el cuerpo.

3-Magnesio, este macromineral es fundamental para el crecimiento e interviene en varias reacciones enzimáticas imprescindibles (junto a otros minerales y vitaminas) y colabora en la fijación del calcio en los huesos. Podemos encontrarlo en frutos secos (almendras, pipas de girasol, avellanas o nueces), cereales (trigo, arroz, centeno), cacao, gambas, leche y sus derivados, levadura de cerveza y legumbres (lentejas, habas), entre otros. Su carencia provoca alteraciones en el estado de ánimo (irritabilidad, cambios de humor y alteraciones de la personalidad), problemas cardiovasculares (podrían presentarse arritmias e hipertensión) y alteraciones gastrointestinales (diarreas, náuseas y vómitos).

4-Fósforo, este macromineral contribuye con el calcio a la correcta mineralización de huesos y dientes, participa en la división celular, formación de los tejidos y en el crecimiento. Abunda en carnes, huevos, lácteos, frutos secos, legumbres y cereales enriquecidos. Su carencia es muy rara y provocaría decaimiento, debilidad y temblores.