El verano no es sinónimo, necesariamente, de ir con la cara lavada y ya está. Podemos seguir aplicando nuestro maquillaje y llevar las sombras que nos gustan, eso sí, teniendo en cuenta que las elevadas temperaturas de la época estival nos vayan a hacer cambiar algunos must. De ahí que, en verano, lo ideal sea apostar por un maquillaje fresco y natural, para no recargar la piel en exceso. Además de elegir los productos que mejor le vayan a nuestro rostro y seguir unos sencillos consejos:

- Preparar la piel, limpiándola bien e hidratándola, sin excedernos ni en capas ni en texturas. Aparte de que no es necesario utilizar tantos productos como usamos en invierno. Lo mejor es usar un solo cosmético básico que sea 360, con ingredientes que aseguren que la piel está hidratada.

- Adapta la base al calor, por eso quizá no deberías usar el que te pones en invierno. Si no quieres cambiar de producto, pues optar por las gotitas correctoras del color que también pueden usarse como bronceador líquido, sobre todo en la zona de los pómulos y la nariz.

- Fotoprotector refrescante. No debemos olvidarnos del fotoprotector, pero es mejor utilizar uno en formato bruma o agua solar, ya que son muy ligeros y con una textura muy agradable, lo cual nos permitirá renovar cada poco tiempo la protección a lo largo de todo el día.

1, 2, 3 ... ¡lista!

¿Preparada para causar sensación este verano? Pues vamos a enumerarte algunos sencillos consejos y trucos para que tu maquillaje luzca perfecto, tanto si vas a tomar el aperitivo en el chiringuito de la playa como si vas a la discoteca de moda a darlo todo.

- Elige el mejor "primer": ten en cuenta que con el calor los poros se dilatan más y las imperfecciones son más visibles. Por eso, antes de ponerte la base de maquillaje utiliza una prebase, que te ayudará a unificar el rostro y disimular los poros.

- Usa bases ligeras: cuantos menos productos uses en verano mucho mejor. Así que, si no puedes salir de casa sin un fondo de maquillaje apuesta por uno que sea ligero (con base de agua) y preferiblemente sin aceites, para evitar el efecto grasiento. Con ello, además de lucir un aspecto muy natural llevarás la piel hidratada.

- Matiza los brillos: por eso, lo ideal es que optes por utilizar polvos sueltos para sellar la base del maquillaje. Aplícalos con ligeros toques sobre la piel o con una brocha específica. El propósito es igualar el color del rostro y controlar la grasa de barbilla, nariz y frente.

- Eyeliner waterproof, ya que será la única manera de que te asegures de que no se desplace con el calor cuando te maquilles los ojos. Además de que aguantará intacto todo el día.

- El toque final: refrescante e ideal para darle el toque mágico a tu maquillaje. Rocíate, al final de todo este proceso, con una bruma de agua termal o un mist. Ayuda a fijar el maquillaje, a la vez que te refresca.