La anorgasmia ocurre cuando hay una marcada reducción en la intensidad o frecuencia de los orgasmos durante al menos seis meses, que causa una angustia significativa. En algunos casos, la anorgasmia puede significar ...
La anorgasmia ocurre cuando hay una marcada reducción en la intensidad o frecuencia de los orgasmos durante al menos seis meses, que causa una angustia significativa. En algunos casos, la anorgasmia puede significar que una persona ya no es capaz de alcanzar el orgasmo o que nunca lo ha experimentado. Cuando la dificultad para alcanzarlo es constante, puede diagnosticarse un trastorno orgásmico femenino.
Es posible que la mujer nunca haya experimentado un orgasmo en su vida o que lo haya hecho pero ahora tenga dificultades en alcanzar el clímax. En ese caso se denomina anorgasmia adquirida.
También puede ser generalizada, es decir cuando se experimentan dificultades con el orgasmo independientemente del tipo de estimulación, situación o pareja, o situacional, es decir que se sufra sólo con determinados tipos de estimulación, situaciones o parejas. El síntoma principal es una incapacidad angustiosa para alcanzar el orgasmo, que puede afectar a las mujeres más allá de su estado sentimental y puede repercutir en modo negativo en la salud de una relación.
El orgasmo es un proceso psicológico y fisiológico complejo. Rara vez existe una única causa de anorgasmia y hay muchos factores potenciales que pueden impedir que una persona alcance el orgasmo de forma constante o con una intensidad satisfactoria, como por ejemplo algunas enfermedades o trastornos médicos, ya que afectan a la salud psicológica y física de forma que impiden el orgasmo. La ingesta de determinados fármacos o el alcohol y el tabaco pueden dificultar la capacidad de alcanzar el orgasmo al disminuir la irrigación de sangre hacia los órganos sexuales.
A nivel psicológico destacamos - entre las causas de la anorgasmia femenina - la ansiedad (en particular los pensamientos recurrentes sobre la propia actuación en la cama, las preocupaciones por divertirse y excitarse), el estrés, la difícil aceptación de la propia imagen corporal, las creencias religiosas y culturales, la falta de conexión o la mala comunicación con la pareja, y en casos más graves, haber sufrido abusos sexuales o violencia.
De hecho, cuando no hay causas orgánicas que puedan explicar esta dificultad, la ayuda de un psicólogo es primordial para saber qué está ocurriendo y explorar vías que hagan posible dejar atrás este problema, pues la anorgasmia puede afectar a nuestras relaciones.
En muchos casos el método psicológico más utilizado es la terapia de pareja ya que permite mejorar la comunicación y poner de manifiesto las peculiaridades de la pareja. Si esta disfunción sexual se presenta en personas que no tienen un partner estable, también se puede recurrir a un psicólogo o psicóloga online que trabajará de manera individual y servirá para que la mujer aprenda más sobre una misma y tratar temas como el miedo al orgasmo y la excitación.
El tratamiento puede ser un proceso largo, ¡pero no debe ser desmoralizante! A través de un acceso gradual a la propia experiencia emocional, la persona se sentirá gradualmente liberada de las restricciones internas que se aferraban a los sentimientos de impotencia y desequilibrio.
Foto principal: Pexels
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