Imersos ya en pleno verano, la época del año en la que por fin disfrutamos de unas merecidas vacaciones, pero también el momento en el que, al no seguir nuestra rutina habitual, es más fácil descuidar los hábitos saludables entre los que se encuentra nuestra dieta, lo que repercute directamente en la microbiota.

Sobre esa cuestión nos han alertado los expertos de Nutribiótica. La compañía especializada en microbiota entiende la dificultad de renunciar a las tentaciones culinarias propias del verano, como por ejemplo los helados, por lo que propone otras alternativas más saludables para seguir disfrutando de la temporada estival, pero manteniendo una alimentación saludable y una dieta equilibrada.

1. Helados caseros: podemos elaborarlos a base de yogur o frutas y únicamente necesitaremos un molde o un vaso y meterlos en el congelador.

2. Smoothies o batidos: Se pueden preparar con leche o yogur, y simplemente tendremos que añadir la fruta que más nos guste.

3. Brochetas de frutas: es una opción de presentación atractiva que nos permite jugar combinando distintas frutas de temporada.

4. Crudités de verduras como calabacín o zanahoria: alimentos ricos en betacarotenos –el precursor natural a la vitamina A– que, además de contribuir al bienestar de nuestra microbiota, nos ayudan a protegernos de los rayos solares y a conseguir un broceado más saludable. Combinadas con salsas como hummus o guacamole son sinónimo de irresistibles.

La fruta es la golosina de la naturaleza

La Dra. Sari Arponen, experta en microbiota y miembro del equipo científico de Nutribiótica, suele decir que "la fruta es la golosina de la naturaleza". Así desde esta empresa de la que la Dra. Arponen forma parte como miembro del equipo científico, animan a optar por frutas propias de la estación estival, evitando los productos ultraprocesados que suelen ser especialmente consumidos durante las vacaciones. Además, la mayoría de las frutas cuentan con un alto contenido de agua, lo que las convierte en una opción imprescindible a la hora de asegurar unos niveles óptimos de hidratación para nuestro organismo.

Determinadas frutas de temporada son especialmente recomendables para mantener nuestra microbiota en equilibrio al ser ricas en nutrientes y contener una gran variedad de vitaminas y compuestos con capacidad antioxidante. ¡Estas son algunas!

1. Frutos rojos. En verano se encuentran en su punto óptimo de maduración. Presentan un alto contenido en antioxidantes como vitamina C.

2. Melón y sandía. Son las frutas del verano por excelencia dado que contienen una porción significativa de agua en su composición, lo que hace de ellas una opción ideal para reducir el riesgo de sufrir un desequilibrio hídrico. También son ricas en antioxidantes y si se ingieren en forma de postre pueden mejorar la digestión.

3. Melocotón. A pesar de que hay gente que sufre de alergia a su piel, es uno de las frutas con mejor aceptación. Presentan un carácter marcado antioxidante. Lo ideal es consumir el melocotón entero, y evitar el consumo de su variedad en almíbar dado que añade demasiados azúcares que son perjudiciales para la salud metabólica.

No obstante, si para este momento del verano no se ha llevado a cabo una pauta alimentaria saludable y se empiezan a sentir molestias o alteraciones tales como estreñimiento, diarrea o inflamación abdominal, "sería aconsejable contactar con un profesional de la salud que pudiese considerar pautar probióticos, ya que una de sus principales funciones es mejorar la salud digestiva y restaurar el equilibrio de la microbiota intestinal", explican desde Nutribiótica.