La dieta mediterránea, elogiada por nutricionistas, dietistas y medios de comunicación, es rica en superalimentos que, quizás, pasan inadvertidos para nosotros. El ajo, el tomate, el tomillo y el aceite de oliva son algunos ejemplos de alimentos con un alto poder nutricional y curativo. Por eso, Tarek Daroukh, fundador de Organica Superfoods, aconseja valorar los superalimentos de cada cultura, aunque estén de moda los más exóticos como la cúrcuma, la maca andina, el té matcha o la ashwagandha.

Los superalimentos fermentados suponen un paso "más allá" en esa nueva alimentación "consciente" y saludable, según el fundador de Organica Superfoods. Básicamente, consiste en añadir hongos, levaduras y bacterias buenas a determinados alimentos, como el kéfir, y plantas medicinales, como la ashwagandha o la cúrcuma.

"Hablando el mismo idioma"

En principio, debemos diferenciar entre lacto fermentados (yogures, kéfir y chucrut) y fermentados acéticos, mucho más completos. Los primeros tienen bacterias vivas, por lo que ejercen una función probiótica; los segundos actúan como prebióticos (alimento de la bacteria), probióticos (la propia bacteria) y postbióticos (algunas cepas transforman las bacterias malas en alimentos, reciclándolas y transformándolas).

Durante la fermentación acética se trituran los alimentos o las plantas medicinales agregándoles después una mezcla de bacterias del ácido láctico y del acético, hongos y levaduras como los scoobies de la kombucha. "En nuestros intestinos ya tiene lugar una fermentación natural acética. Gracias a los superalimentos fermentados, hacemos que hablen el mismo idioma", ha añadido Daroukh. Es decir, un conjunto de microorganismos que funcionan de forma simbiótica, ayudándose los unos a los otros. Por eso, a la fermentación acética se la conoce también como simbiótica.

La fermentación, durante un periodo de dos o tres semanas, da paso a una fase de liofilización. Esta consiste en dar un golpe de aire frío (-27 grados centígrados) que duerme a los microorganismos dentro de un polisacárido formado durate la fermentación. A partir de aquí están preparados para su consumo. "Estos microorganismos se despiertan cuando entran en contacto con líquidos. Dentro de nuestro sistema digestivo hay agua, por lo que se rompe el polisacárido y empiezan a realizar su función . Se despiertan cuando se mezclan con líquidos. En nuestros intestinos hay agua hay líquidos entonces se rompe el polisacárido y emipiezan a hacer su función", ha explicado.

"Todo funciona mejor"

Los alimentos y plantas sometidos a una fermentación simbiótica hacen que "todo funcione mejor" dentro de tu organismo, en opinión del creador de Organica Superfoods. "El cuerpo humano tiene 150.000 cepas bacterianas diferentes. Si tienes una microbiota sana, notarás cómo mejora tu estado de estado de ánimo, tu sistema hormonal e inmunitario, tu riego sanguíneo e incluso tus ciclos menstruales", ha comentado.

En detalle, estos son algunos de los beneficios de la fermentación simbiótica:

•Mejora la digestión: los microorganismos presentes en la fermentación simbiótica ayudan a descomponer los alimentos y liberar nutrientes, lo que facilita la digestión.

•Aumenta la biodisponibilidad de nutrientes: la fermentación simbiótica también puede aumentar la biodisponibilidad de ciertos nutrientes, como los antioxidantes y los ácidos grasos de cadena corta.

•Refuerza el sistema inmunológico: los microorganismos presentes en la fermentación simbiótica pueden ayudar a mejorar la salud del microbioma intestinal y, como resultado, fortalecer el sistema inmunológico.

•Reduce la inflamación: algunos estudios sugieren que los alimentos fermentados simbióticos pueden tener propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo.

•Mejora la salud mental: la fermentación simbiótica también puede tener un impacto positivo en la salud mental. De hecho, algunos estudios sugieren que el microbioma intestinal está relacionado con la salud mental.

Así es la línea superfermentada

La gama de superalimentos fermentados de Organica Superfoods se compone de ashwagandha, cúrcuma, kéfir vegano y, el último lanzamiento, Herbal & Reishi Fusión. Este último es una mezcla fitoterapéutica muy conocida a base de orégano, tomillo, ajo, jengibre, clavo y hongo Reishi, apodado como el "hongo de la eterna juventud" en medicina china. La dosis diaria recomendada es de dos gramos diarios en ayunas acompañada de un vaso de agua. "Aunque se puede mezclar con otros líquidos, preferimos que se tomen con agua. Me explico: en medicina ayurvédica te enseñan que el efecto medicinal comienza en la boca. No tenemos porque prescindir de este sentido. Una alimentación `consciente´ nos invita a percibir la dulzura o el amargor de cada alimento y no darlo por hecho", ha asegurado, rotundo pero con una sonrisa, Tarek Daroukh.