La comunicación puede ser verbal (incluye la palabra hablada y la escrita) y no verbal (los gestos, las imágenes, el tono de voz y el lenguaje corporal, entre otros). Los expertos señalan que, un elevado porcentaje de la comunicación, se manifiesta a través del lenguaje no verbal, por lo que ...
La comunicación puede ser verbal (incluye la palabra hablada y la escrita) y no verbal (los gestos, las imágenes, el tono de voz y el lenguaje corporal, entre otros). Los expertos señalan que, un elevado porcentaje de la comunicación, se manifiesta a través del lenguaje no verbal, por lo que es imprescindible conocerlo y reconocerlo.
Existen 4 tipos de comunicación y de tono emocional asociado a ellas:
1-La comunicación agresiva, se asocia al enfado y la ira. La empleamos cuando nos encontramos alterados, es posible que se hable de más e incluso lleguemos al insulto y a la provocación del otro.
2-La comunicación pasiva, se relaciona con la tristeza y la indefensión. Funcionamos pensando que es mejor callarse para evitar más problemas y nos inhibimos para reducir riesgos.
3- La comunicación pasivo agresiva es similar a la ironía y al sarcasmo. Considerada una mezcla entre la comunicación pasiva y agresiva, se caracteriza por la alternancia de posturas.
4-La comunicación asertiva nos ayuda defender nuestra posición, desde la tranquilidad, sin reacciones excesivas y sin asumir una postura pasiva.
Sería recomendable comunicarse de manera asertiva, pues esta comunicación se basa en una actitud personal positiva a la hora de relacionarse con los demás y consiste en expresar opiniones, derechos y valoraciones, evitando descalificaciones, reproches y enfrentamientos. Se considera una de las vías más adecuadas para la interacción y la comunicación entre las personas, permitiendo optimizar las relaciones. No es solamente decir lo que pensamos y la manera en que lo decimos, es también comprender mis propias necesidades, las de las demás personas (la empatía), ser responsable de mis emociones y conectar correctamente con los demás.
Las personas que emplean una comunicación asertiva presentan unas características específicas. Destacaría que hablan de manera fluida, mantienen un correcto contacto visual con el interlocutor que no resulta amenazante, manifiestan comodidad en su postura, aportan pensamientos y emociones positivos y son capaces de defender sus derechos de manera asertiva, sin hacer sentir mal al otro.
La empatía es una característica fundamental de la comunicación asertiva. Puede definirse como la capacidad de representarse los pensamientos y motivos del otro y ser capaz de reconocer y respetar los estados emocionales ajenos. Tener empatía implica manifestarse a nivel intrapersonal de forma afectiva (sintiendo, por ejemplo, una preocupación empática por la otra persona) y a nivel interpersonal (generando, por ejemplo, la conducta de ayuda hacia el otro).
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