La cosmética "clean" ha ganado mucha relevancia en los últimos años, debido a la creciente preocupación por el bienestar humano y la protección del medio ambiente. Este movimiento se originó en Estados Unidos en torno a 2016, en respuesta a una regulación cosmética federal laxa. Con sólo 13 sustancias restringidas en comparación con las casi 2000 en la Unión Europea, era evidente la necesidad de una alternativa más segura y responsable. Sin embargo, como suele ocurrir con los movimientos populares, también ha sido blanco de malentendidos y manipulaciones por intereses comerciales. Ayuna nos ayuda a desglosar algunos de los mitos y realidades sobre la cosmética "clean" en 6 puntos clave:

1. MITO: "Clean" significa únicamente usar los ingredientes más seguros.

• REALIDAD: Si bien es esencial usar ingredientes seguros en la cosmética "clean", esto incluye la seguridad de todos involucrados, desde los operarios hasta el consumidor final. Además, estos ingredientes deben ser respetuosos con el medio ambiente, considerando tanto la seguridad humana como el impacto ambiental.

2. MITO: Natural es igual a "Clean".

• REALIDAD: No todos los ingredientes naturales son seguros desde el punto de vista toxicológico y ecotoxicológico. Algunos ingredientes naturales pueden ser perjudiciales o irritantes. La naturaleza no siempre es sinónimo de seguridad.

3. MITO: Convertirse en una marca "clean" es simplemente cambiar algunos ingredientes y agregar una etiqueta "eco-friendly" a los productos.

• REALIDAD: La adherencia genuina al "CLEAN BEAUTY" no es un acto instantáneo ni un simple cambio de etiqueta. Es un compromiso profundo y constante con una filosofía que va más allá de lo superficial. Es "vivir y transpirar clean" en cada decisión que se toma, desde la selección meticulosa de ingredientes hasta la producción y el dialogo con el consumidor. Es un viaje que demanda tiempo, esfuerzo y una genuina dedicación, no solo hacia los productos, sino hacia un ideal más grande. AYUNA no solo ha nacido con estos principios, "clean" es la esencia de su identidad, de su discurso de marca y la promesa que ofrece con autenticidad a sus consumidores.

4. MITO: Todas las marcas que se etiquetan como "clean" cumplen con estándares y principios estrictos.

• REALIDAD: El aumento del interés por la cosmética "clean" ha dado lugar a la contaminación del movimiento y el fenómeno del "cleanwashing" ha ganado terreno, impulsado en gran medida por razones comerciales. Las marcas han visto una oportunidad lucrativa para unirse a esta moda, y en un intento por capitalizarla rápidamente, han eliminado unos pocos ingredientes de sus productos, como: parabenos, sulfatos, ftalatos, siliconas, aceites minerales y/o colorantes y fragancias artificiales..., etiquetándose a sí mismas como "clean". Aunque estas sustancias pueden eliminarse de los productos en un intento de "cleanwashing", es crucial para los consumidores recordar que la eliminación de uno o varios de estos ingredientes no convierte automáticamente a un producto en "limpio" mientras se sigan incorporando en la fórmula otros ingredientes que incumplen claramente con los preceptos de esta filosofía. Es importante mirar la formulación completa y ser consciente de todos los ingredientes y sus posibles impactos

5. MITO: La ausencia de parabenos es la medida necesaria para que un producto sea considerado "clean"

• REALIDAD: Ser verdaderamente "clean" implica mucho más que eliminar los parabenos. Se estima que una verdadera fórmula "clean" renuncia aproximadamente al 90% de los ingredientes disponibles en el mercado cosmético.

6. MITO: Una vez que una marca se establece como "clean", no necesita actualizar o mejorar sus prácticas y conocimientos.

• REALIDAD: Como con cualquier otro gran cambio, el concepto "clean" no se trata solo de un punto de partida, sino de un viaje en constante evolución. Uno de los pilares fundamentales de la "Revolución Clean" es el compromiso inquebrantable con la innovación y el aprendizaje continuo. En AYUNA, por ejemplo, inciden en su compromiso por la investigación dinámica y así lo explican "cada día se descubren nuevos ingredientes, se realizan más investigaciones y se avanza tecnológicamente para potenciar o redefinir lo que significa ser "clean". Por lo tanto, no basta con establecer una lista estática de ingredientes "prohibidos" o prácticas aceptadas. Ser "clean" es estar abierto al cambio, es un estado de aprendizaje constante, adaptándose y evolucionando a medida que surgen nuevos descubrimientos como parte de nuestra responsabilidad con la belleza del futuro".

Más información: ayuna.co