La incontinencia se produce cuando la presión dentro de la vejiga es superior a la existente en la uretra y puede deberse a causas diferentes. Los síntomas son claros: necesitas orinar muchas veces, al correr o toser se te "escapa", te asusta estar en un lugar en el que no hay baño y a veces no llegas a tiempo.

El diagnóstico debe realizarlo el médico. Se centrará en los antecedentes personales, medicamentos consumidos (que pueden tener efectos diuréticos) y enfermedades que puedan estar relacionadas con el proceso. Suelen realizarse análisis de sangre, radiografías abdominales, ecografías, etc. El tratamiento debe ser pautado por el médico.

Entre las recomendaciones para mejorarla y aumentar tu calidad de vida destacarían:

1-Evita consumir alimentos diuréticos. Reduce el consumo de piña, cebolla, cerezas, espárragos, fresas, sandía, uvas, peras, tomate, alcachofa, arándanos, limón, etc. Limita el uso de vinagre de manzana y perejil porque son muy diuréticos. Sustitúyelos por unas gotas de limón y orégano, por ejemplo.

2-Controla la cantidad de líquidos que ingieres. Salvo indicación contraria de tu médico, evita beber en las últimas horas de la tarde y la noche para poder descansar mejor y no tener que levantarte tantas veces. Reduce las infusiones que contienen hinojo, salvia, ortiga, laurel, diente de león, cola de caballo, verbena, té verde porque sus propiedades diuréticas aumentan tu necesidad de orinar.

3- Cocina los alimentos a la plancha, al horno o fritos porque las sopas, los guisos y los alimentos hervidos aportan más líquidos a tu organismo.

4-Reduce la ingesta de líquidos que forman mayor cantidad de orina como la leche, el agua, el alcohol o las infusiones.

5- Bebe menos excitantes. Reduce o elimina el té, café, colas, etc. porque contienen cafeína que es diurética.

6-Consulta a tu médico el uso de fármacos que aumentan su formación como ocurre con los diuréticos utilizados para la hipertensión. Puede ser necesario modificar la dosis o el propio medicamento pero siempre bajo su control.

7-Reeduca a tu organismo. Orina cada 2-3 horas y evita hacerlo antes. Paulatinamente lo conseguirás. Entrena tu vejiga aprendiendo a resistir el impulso de miccionar

8-Evita el sobrepeso (pues adelgazar reduce la frecuencia del escape de orina) y el estreñimiento (porque el sobreesfuerzo intestinal puede afectar al suelo pélvico).

9-Utiliza elementos absorbentes cuando sea necesario.

10-Realiza ejercicios de suelo pélvico para rehabilitarlo y fortalecerlo. Acude a un fisioterapeuta y aprende a realizar los ejercicios de Kegel que mejoran el tono muscular del suelo pélvico.

No dejes que te impida realizar tus actividades normales. Cuida la higiene de la zona y sigue las pautas indicadas por tu médico. Por renunciar a hacer lo que te apetece, no vas a sentirte mejor, todo lo contrario. Aprende a convivir con el problema y no te limites.