Este método de dibujo permite que todo el mundo pueda sacar su lado más artístico sin necesidad de ser un hacha creando diseños, puesto que tras tener en sus manos una plantilla de carácter abstracto o con una figura representativa, el usuario tendrá que limitarse a elegir el lugar o el objeto sobre el que hará la estampación, recortarla y llenarla de color, según sus preferencias. Esto tiene varias utilidades: se pueden diseñar cuadros, piezas de ropa con estampados, paredes con motivos, álbumes de fotos con adornos, decorar el aspecto externo de los botes, renovar el aspecto de los cojines, etc. Si eres muy mañosa, incluso hasta puedes crear tus propias plantillas o dejar que tus hijos o hijas lo hagan por ti, quizás te lleves una sorpresa y tengas un artista viviendo contigo. Para iniciarte en esta técnica necesitas una plantilla, un cúter, una cinta adhesiva para adherirla a la superficie y evitar que se mueva mientras la estás manipulando, rotuladores permanentes, pintura de brocha o de spray, así como una esponja, pincel o paño para aplicar el producto. También puede pasar que ya adquieras el patrón listo para su uso. En ese caso tan sólo tendrás que preocuparte de seleccionar el color y el tipo de material sobre el que inmortalizarás tu diseño.

Seguro que en momento de tu vida has llevado a cabo esta técnica y ni te habías dado cuenta. En el colegio era habitual que los profesores mandasen a los más pequeños como tarea coger una hoja seca, bañar una de sus caras en pintura y estamparla en una hoja de papel en la que quedaría visible su relieve.

En el vídeo de Marupá comprobarás de cerca los pasos a seguir para crear de cero un diseño. La experta lo que hace es emplear un dibujo que ya está hecho y coloca encima de él una lámina de acetato y la pega a la superficie con una cinta de papel para impedir que se mueva durante el proceso de corte. Sírvete de un cúter. Se aconseja colocar un cartón debajo con el fin de evitar que traspasemos el folio. Después de este paso tendrás lista su plantilla y deberás retirar las partes sobrantes. A continuación, escoge el lugar en el que la estamparás, moja la esponja, pásala por un papel absorbente antes de aplicarla para eliminar los restos y haz pequeños toquecitos cuando vayas a extender la pintura. Una vez que lo tengas listo, extrae la lámina de stencil y déjalo secar.

Ahora que los más peques de la casa todavía no han empezado con las clases, aprovecha para pasar un buen rato con ellos realizando esta divertida manualidad. Quizás saquéis alguna idea de cara a la Navidad, tanto para decorar la vivienda como en lo que respecta a la hora de entregar algún presente. Si tienes curiosidad por experimentar con el stencil, en la página web Pixabay puedes encontrar algunas plantillas, mientras que en la web Font Space existe la posibilidad de insertar un texto y definir su estilo tipográfico. Por su parte, en Spray Paint Stencils hay infinidad de propuestas clasificadas por categorías (animales, medios de transporte, plantas, deportes, entre otros.).

Échale un vistazo al siguiente vídeo para sacar algunas ideas y reproducir las que más te gusten, como puedes observar este arte de la estampación no tiene fronteras: tela de saco, madera o cristal... y es que cualquier material es el idóneo para sacarle partido.

FOTO PRINCIPAL.: Foto de shraga kopstein en Unsplash.