Cocinar es una actividad que se odia o se ama….Cualquier pequeño problema planteado durante la elaboración de la comida puede aumentar el rechazo. Los expertos señalan que es posible evitar que se peguen los alimentos siguiendo unas sencillas recomendaciones:

1-Aplicar un poco de aceite. Cuando se calienta en la sartén, el aceite pierde viscosidad y rellena los poros. Si lo mantenemos a la temperatura correcta, al añadir el alimento los poros se mantendrán dilatados si la liberación de agua no es excesiva. Esta capa de vapor superficial evita el contacto directo con la superficie de la sartén y resulta protector.

2-Dejar que la sartén se caliente. La temperatura dependerá del tipo de sartén y del material del que esté hecha. Cuanto mejor sea la calidad de la sartén y el poder de retención de calor, más fácil será evitar las adherencias.

3-Para saber si la sartén está lo bastante caliente para empezar a cocinar puedes medir la temperatura de la superficie interior de la sartén con un termómetro de infrarrojos o dejar caer unas gotas de agua (la sartén ha cogido suficiente temperatura cuando las gotas más pequeñas se vaporizan inmediatamente sobre la superficie y las más grandes silban y se mueven sobre la superficie, flotando sobre una capa de su propio vapor).

4-Calentar la sartén y aplicar aceite a la superficie del alimento. Deslizar el alimento (filetes de carne y pescado, especialmente) sobre la superficie de la sartén una o dos veces antes de apoyarlo completamente para formar una capa de aceite mínima, justo debajo del alimento que evitará que se pegue.

5-Sacar los alimentos de la nevera para poder cocinarlos a temperatura adecuada. Hay que evitar introducir los alimentos en la sartén directamente desde la nevera, porque cuanto más fríos y húmedos están, más se enfría la sartén.

6-Cocinar en cantidades adaptadas al tamaño de la sartén. El exceso aumenta la humedad y disminuye la temperatura en la sartén.

7-Secar el exceso de humedad de la superficie de los alimentos antes de ponerlos sobre la sartén caliente.

8-Añadir la sal en el momento correcto. La sal provoca la salida de agua a la superficie, lo que provoca que se humedezca lo suficiente para hacer que se pegue. Se recomienda salar justo antes de introducir el alimento en la sartén, unas horas antes y secar bien o al sacar el alimento de la sartén.

9-Si el alimento se pega a la sartén cuando lo pones. No lo muevas hasta que la temperatura vuelva a subir, se abran los poros y se libere el alimento pegado. Moverlo antes hará que se rompa y dejará residuos que se calentarán más rápido y se quemará.

10-Escuchar los sonidos de la cocina. El silbido o la crepitación son correctos. Saltar por exceso de agua, causará adhesiones. El silencio, en pocos minutos, puede generar que se queme.