Aunque no seas muy fan de las mañanas, nada nos impide empezar con una buena rutina que nos ayude a afrontar la jornada con más energía, alegría y predisposición. Porque el tiempo es, sin duda, uno de los recursos más escasos y codiciados que cualquier persona desea. De ahí que, maximizar periodos de tiempo durante el día a través de una rutina productiva es fundamental para tener un día "sano". Además de que, establecer una rutina matinal nos va a beneficiar, y mucho, a la hora de despertarnos con las pilas cargadas.

Porque empezar el día con mal pie es lo peor que nos puede pasar. Date tiempo para despertarte con tranquilidad, sin prisas y con un pensamiento positivo (aunque se nos antoje imposible, sobre todo si madrugas demasiado). Asimismo, hay que tener en cuenta que si empezamos con demasiada actividad, lo que vamos a conseguir es que el estrés invada nuestro cuerpo y ya nos sintamos cansadas antes, incluso, de salir de casa rumbo a la oficina. De ahí que, como señalan los expertos, mantener una buena rutina matinal nos va a proporcionar la capacidad de establecer un perfil productivo para el resto del día. Y aunque a todas nos horrorice la idea de caer en la rutina, ya sea en el trabajo, en nuestro día a día o en nuestras relaciones personales, desde el punto de vista neurológico, tienen muchas ventajas. ¡Vamos a verlas!

Despierta con energía

Una buena rutina por la mañana puede aportar numerosos beneficios para nuestro bienestar, nuestro rendimiento y, sobre todo, nuestra salud mental. Así que, vamos a enumerar los seis consejos que te proporcionamos para que esta manera de hacer las cosas por las mañanas nos permita tener un día alegre y productivo.

- Bebe agua: la mayor parte de nuestro organismo está compuesto por agua, por lo que la ingesta de este preciado líquido es vital para cualquier ser vivo. El despertar con sed es un claro síntoma de que tu cuerpo se ha deshidratado durante la noche. Además, durante la noche, mientras dormimos, el cuerpo trabaja reparando células, haciendo limpieza interna, etc. De ahí que empezar el día con un vaso de agua ayudará a nuestro cuerpo a eliminar toxinas o activar el metabolismo.

- Evita el móvil: mirar el teléfono nada más despertarnos es el mayor error que podemos cometer, pues estaremos sometiendo a nuestro cerebro a un estrés innecesario. De ahí que debemos evitar que las agendas de los demás nos guíen desde por la mañana.

- Estírate: si eres de las que se pasan gran parte del día sentada habrás comprobado cómo pasar muchas horas casi inmóvil y en la misma postura en una silla hará que se nos duerman las piernas o se nos cargue la parte superior de la espalda y los hombros. Empezar la mañana con una buena sesión de estiramientos suaves nos va a permitir tener una mayor flexibilidad, que es lo que el cuerpo necesita. Además de despejar la mente.

- Haz deporte: fundamental para nuestra salud física, mental y emocional, hacer deporte nos ayuda, entre otras cosas, a estar en forma y a reducir o prevenir el estrés. Así que, si eres de las que piensa que no tiene tiempo de hacer deporte cuando llega, cansada, del trabajo, ten en cuenta que un ejercicio ideal por la mañana sería hacer deporte en casa, salir a andar, correr, nadar o salir en bici. Con 15–20 minutos será suficiente para activarte.

- Desayuna de forma saludable: está claro que la primera comida del día debe ser la más importante, pues de ella depende que comencemos la jornada a tope y nos llegue la energía hasta la hora de la comida. Y aunque muchos alimentos proporcionan glucosa, el componente químico que proporciona energía a nuestro cerebro, los alimentos ricos en azúcares (como la bollería industrial) pueden producir picos de corta duración, con el consecuente desplome de después. Por eso, en la medida de lo posible, deberíamos incluir proteínas (huevos, carnes o pescados magros), fruta o frutos secos, sobre todo aquellos que son ricos en ácidos grasos omega3.