Un nuevo local llega a la ciudad. `MamaQuilla´ es uno de esos restaurantes en los que la gastronomía, la música y el baile ocupan un lugar destacado con una carta que nos permite trasladarnos a la mismísima Latinoamérica sin necesidad de tener que coger un avión. Los ritmos latinos acompañan al comensal durante la comida, actuando como respaldo de una completa oferta gastronómica de sabores y olores tan característicos. A veces basta con pronunciar unas cuantas palabras mágicas relacionadas con las comidas e ingredientes típicos de la zona, como ceviche, aguachile, arepitas, taco al pastor, jalapeños, tamarindo, chile, mango, maíz… para recordar y traer de nuevo a nuestra memoria gustativa dichos aromas.

Este espacio gastronómico está situado en la calle José Abascal, 61 de Madrid. Jorge Velasco y Joaquín Serrano, ambos chefs ejecutivos, Luis Diez, director cofundador, y Daniel Font, director de mixología, se encuentran a los mandos de la nave. Velasco cuenta con un amplio bagaje entre fogones, ya que además de ejercer como asesor en diferentes negocios del sector, ha dedicado la última década a trabajar con el chef Ramón Freixa, el cual posee 2 Estrellas Michelín y 3 Soles Repsol. Por su parte, Serrano ha tenido la oportunidad de trabajar en el Celler de Can Roca y ha sido nominado a `Cocinero Revelación en Madrid Fusión por su proyecto Efímero´.

El proyecto surge después de que sus creadores pusiesen los pies en tierras latinas y quedasen embelesados por su belleza, por sus distinguidos sabores y colores: "MamaQuilla nace de nuestros viajes por Latinoamérica y nuestra pasión por sus sabores. Es ese choripan a la salida de la Bombonera, es el Taco de las calles de Tijuana que hace que la gente cruce la frontera de EEUU para ir a cenar, el plato paisa de los mercados de abastos de Bogotá y las hayacas cada 25 de diciembre en Caracas. Es el color de los chiles Peruanos que visten las calles de Lima y el olor a maracuyá en las calles de Rio. El picoso de un buen clamatito en Chihuahua, el dulzor complejo del ron Guatemalteño, el amargor y la espumita de un Fernet con Cola en las calles de Rosario y el cítrico de la lima recién exprimida de un Daiquiri en La Habana…", aseguran desde la página web.

Una vez materializada la idea buscan rendir "tributo a las raíces, a esa cocina a fuego lento llena de tiempo y amor, capaz de explicarte la historia de un pueblo en un solo bocado". Este espacio se distribuye en varios habitáculos: por una parte, está el Patio, que llama la atención por sus "paredes coloridas y balcones adornados con flores", y donde uno se puede sentar a comer, ya sea en "la barra o en las mesas altas", tal y como indican en esmadrid.com, mientras que por la otra está la denominada La Estancia, en la que estaría ubicado el comedor. Aquí se puede degustar la comida y disfrutar del espectáculo musical. El Primer Piso actúa como "espacio multifuncional" para uso privado y celebración de eventos, tal y como describen desde la web anterior.

Ponte cómoda, acompaña a los chefs en este "viaje por Las Américas" saboreando sus entrantes (croquetas, vieiras, ´pops de pollo de corral crujiente, etc.), mánchate las manos por una buena causa, para probar las `arepitas de rabo de vaca´ o los `tacos al pastor ´, degusta su `aguachile negro de chipirones adobados al wok´ o su `pulpo al olivo a la llama´ o date un homenaje con alguno de sus cócteles y postres.

FOTO PRINCIPAL.: Imagen extraída de la página web del restaurante `MamaQuilla´.