Tener al bebé (sobre todo, a los prematuros) en contacto directo, piel con piel, con el pecho descubierto de su madre o de su padre para un mayor beneficio del pequeño es lo que se conoce cómo método "madre canguro". Una metodología que se está llevando a cabo, cada vez más, en las unidades de neonatología de todos los hospitales. Este método, eficaz y fácil de llevarlo a cabo, fomenta el bienestar y la salud de los niños prematuros y los recién nacidos. La voz de la madre, su arrullo y su entorno familiar, servirán de detonante enriquecedor desde el punto de vista neurológico y cognoscitivo. A la vez que sirve para promover y afianzar la relación entre los padres y el pequeño.

En el caso de la madre también contribuye a generar endorfinas tanto en su cerebro como en el del bebé, generando una placentera sensación de calma. De tal manera que es la madre la protagonista del cuidado de su bebé.

Aparte, diversos estudios han demostrado que el recién nacido, al estar en contacto directo con la piel de su madre, aprende a regular mejor su temperatura, además de que con dicha postura se facilita la lactancia materna.

5 beneficios para el bebé

Aunque la a práctica del método canguro en las unidades neonatales está principalmente dirigida a los prematuros, también es ideal para cualquier recién nacido. Vamos a ver en qué beneficia este método a los más peque

- Mejora emocional: con esta metodología, el bebé encuentra en su madre su hábitat natural, un sitio donde encontrar refugio y comida. El contacto piel con piel es vital para el pequeño, pues le proporciona seguridad, tranquilidad y favorece el vínculo emocional del niño con su madre o su padre.

- Aspectos neurológicos: el contacto con su madre permite al pequeño regular mejor el estrés y adaptarse mejor al medio y a los estímulos externos, incluso se ha comprobado que la puesta en marcha de este método contribuye a poner en marcha sus mecanismos neurobiológicos y a mejorar sus respuestas adaptativas.

- Mejora sus constantes vitales: con esta postura se produce una especie de sincronización entre la madre y el bebé, de tal manera que si este necesita calor, sube la temperatura corporal de la madre. Al estar en contacto con el cuerpo de su madre el bebé obtiene una mejor regulación de su temperatura corporal. También le ayudará a obtener un buen nivel de oxígeno, estabilizar su frecuencia respiratoria y cardíaca y coordinar mejor la succión-deglución.

- Favorece la lactancia materna: mantener al bebé cerca va a favorecer que busque el pezón para alimentarse. Con este contacto precoz, el recién nacido va a poder establecer un pilar fundamental en el inicio de la lactancia materna.

- Otras mejoras: aparte de lo ya comentado, las seguidoras de este método apuntan a que favorece su desarrollo psicomotor, ayuda a disminuir el posible cese transitorio de la respiración y mejora su sistema inmunitario, protegiéndolo de infecciones. Asimismo, en bebés que han nacido con bajo peso, practicar el método canguro ha demostrado que puede reducir casi en un 30% o el riesgo de mortalidad.