Este barómetro se encarga de ofrecer una muestra de cómo son los diferentes tipos de familias que existen en España, las presiones que reciben esas madres y padres no sólo de la sociedad sino del ámbito que les rodea una vez que deciden dar ese gran paso de traer una niña o un niño al mundo y la en que forma acaban impactando esas críticas en su día a día, entre otras cuestiones analizadas. En el estudio `Family Lovers´ de Chicco participaron mujeres y hombres de entre 25 y 50 años que habían sido padres. Casi un 50% de las mujeres confiesan que se han sentido juzgadas por ser madres, mientras que en el caso de los hombres esta cifra disminuye hasta el 26,6%. En cuanto a los tipos de presiones recibidas, estas vienen desde varias vías: la sociedad en general, el entorno familiar o por parte de otros padres y madres, siendo ellas las que más lo sufren, con un 56,4, un 45,2 y un 38,7%, respectivamente, frente al 40,8, el 49,5 y el 32,7% de los valores registrados por ellos. Uno de los aspectos en los que las madres han notado que han sido más juzgadas es el que tiene que ver con la forma de criar a sus hijos (65,9%) y atendiendo a este dato, un 42,6% de las mujeres confiesan que se han sentido presionadas para cambiar la forma en la que los educan. Entre las razones por las cuales se han visto obligadas a modificar la manera de educarlos, señalan el entorno familiar como la causa principal (60,3%). Los cambios físicos experimentados, el tiempo que destinan al cuidado de sus hijos e hijas o las decisiones tomadas acerca de lactancia materna también han sido objeto de presiones, con un 30,9, un 29,6 y un 27,1%. Asimismo, hay una parte de las encuestadas que reconoce que no ha sentido presión de ningún tipo (27%). Otra de las cuestiones planteadas en el informe es la de si las madres sufren la misma presión social que los padres, un 91,6% así lo manifiestan. En el caso de los hombres, este valor desciende hasta el 60,9%.

Por todos los frentes

Las familias monoparentales, homoparentales y numerosas indicaron que habían estado en el punto de mira de las críticas por ser madres o padres, llegando al 44,2% de los encuestados, al 46,2% y al 46,8%, correspondientes a cada uno de los casos.

Preguntadas acerca de lo que debería cambiar para que los progenitores se sintiesen menos presionados, ellas consideran que el primer paso está en el respeto por la manera en que cada uno decide criarlos y el segundo y tercer factor tienen que ver con incrementar el apoyo por parte de las instituciones y empresas. Con respecto a si los diferentes tipos de familias cuentan con las mismas facilidades para la crianza, un 79,3% de las madres y un 85,6% de los hombres, así lo consideran. Atendiendo a si reciben algún tipo de ayuda para el cuidado de sus hijos, un 82,3% de las familias con uno o dos hijos, un 72,3% de las familias numerosas, un 78,8% de las familias monoparentales y un 92,3% de las homoparental aseguran que no reciben ayuda de ningún tipo. En el extremo opuesto se encuentran los que sí la perciben, siendo la ayuda económica procedente de un organismo o institución, la que proviene del colegio o la ayuda en materia de conciliación por parte de la empresa las que mayor porcentaje acaparan. Asimismo, los encuestados reconocen que los organismos e instituciones deberían de tomar en consideración la diversidad familiar para establecer las ayudas, un 90% del público femenino y un 83,3% del público masculino, así lo avalan.

Por otra parte, los participantes en la muestra aseguran que ser padres ha traído consigo una serie de cambios a su vida: un 43,9% de las madres han tenido que prescindir de los ratos de ocio o de vida personal, un 29,5% reconoce que ha supuesto un gran impacto económico y un 31,1% manifiesta que ha tenido que dejar de trabajar o cambiar su horario laboral. Los padres coinciden en estos hechos, un 41,1% renunció a las actividades de tiempo libre, un 27,8% reconoce que ha impactado de lleno en su economía y un 7,5% ha dejado su trabajo o modificado su horario.

FOTO PRINCIPAL.: Photo by Gustavo Fring.